『Volvamos』

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Taehyung podía ver perfectamente la espalda de Mark desde el lugar donde estaba, esa pequeña y delicada espalda que recordaba perfectamente, aún con la ropa tan amplia que él solía usar, Tae podía discernir tranquilamente donde se ubicaba su suave cintura, algo que había acariciado de manera incesante tantas veces.

En toda la noche no le había quitado el ojo de encima, pero Mark no se había volteado a verlo ni una vez.

─Taetae?

─Hm? Ah? –Tae viró bruscamente el rostro hasta donde escuchó la voz.

Jin y Jungkook se asomaban de sus asientos para mirar con extrañeza a Taehyung.

─Luces perdido, te sientes mal? –Jungkook frunció el ceño.

─No, no es eso...

─Entonces? Siquiera parece que estés disfrutando el show.... Y eso que recién comienza. –Seokjin palmeó la espalda de su amigo un par de veces mientras le sonreía.

─Parece que Got7 ya va a prepararse. –Habló Jungkook al saludar con un movimiento de su mano a Yugyeom que le sonreía al pasar hacia el backstage.

Taehyung no podía hacer otra cosa que mirar a Mark. Sus ojos simplemente lo perseguían sin parar, estaba hipnotizado hasta por el movimiento de los pliegues en la camisa que Mark llevaba, hasta por las gotas de sudor que resbalaban por su barbilla, por los mechones de cabello húmedos que ondeaban. Todo aquello no hacía más que recordarle la noche que habían pasado juntos. Si se concentraba solo en Mark, hasta el sonido desaparecía y solo oía los jadeos agitados producidos por el exhaustivo baile.
Tan parecido a esa noche. Mark respirando con dificultad, su cadera desnuda bailando bajo su cuerpo, su rostro aplastándose contra la almohada y sus manos aferrándose contra las sabanas, era una imagen que venía a su cabeza de forma casi inconsciente.

Sin quererlo, su cabeza lo único que podía procesar, era a Mark. Solo podía verlo y recordar su noche juntos. Pero desde ese día, Mark no había vuelto a hablar de eso.



Hacía poco más de un año, Mark y él habían quedado para almorzar y jugar videojuegos en el apartamento de Got7, un día en que ninguno de los miembros estaba allí. Para variar, todo había ido bien, comieron y jugaron hasta que Mark dijo las palabras mágicas; "Tengo sueño, vayamos a la cama." Entonces Taehyung aceptó. Entre algunas cosquillas y jugueteos, en un momento la remera de Mark se elevó, dejando al descubierto su estómago. Tae tragó saliva. Nunca se había sentido así por nadie, y en su grupo, si había normal allí, eso era ver múltiples abdómenes. Pero Mark era diferente. Pequeño, blanco, suave. Quería tocarlo. Y lo hizo.

Sus manos se pusieron de manera firme sobre la barriga de Mark, y con unos tiernos roces lo acariciaron por completo. Taehyung estaba embobado con la suavidad de la piel que estaba tocando. Mark, por su parte, simplemente se dedicó a mirarle sin decir nada.

"Lo siento" había dicho Tae.

"Da igual" le respondió Mark.

Y estuvieron así unos minutos, solo mirándose. Mark solía ser algo callado, y Taehyung lo sabía, pero en ese momento esperaba con ansias que dijera algo, que le diera un indicio, lo que sea.

Pero no dijo nada, por lo que Tae quiso dar la iniciativa, aunque cuando estuvo a punto de hablar, Mark lo besó. Rodeó su cuello con sus manos y lo recostó sobre él, rodeó su cintura con sus piernas e intensificó el beso que había iniciado. Su lengua se atrevió a explorar la boca de Tae, no había espacio entre sus labios, salvo por los momentos en que Mark se separaba para morder y succionar el labio inferior opuesto. Sus manos arañaban y jalaban los delgados cabellos de la nuca de su amigo y su cuerpo se removía suavemente debajo de él.

Te Extraño | VmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora