- Te sientes bien.. ¿Verdad? - Le preguntó Nate a Annie rumbo a casa de los Valentine.
- De maravilla Amor.
- Manejaré despacio para que...
- Nate - Lo interrumpió - Todo está bien.
Nate maneja muy despacio, le preguntaba constantemente si se sentía mal, se orillaba por momentos para que Annie descansara, le compraba comida, ponía música relajante y le acaricia su enorme pancita en cada alto, a Annie le parecía exagerado pero lindo.
Annie no pudo evitar recordad aquel dìa donde casi pierde a su bebé, de no haber sido por Nate ella estaría muy infeliz, desde ese dìa Nate se había declaro enamorado de ella, y durante cuatro meses se dedico a cuidarla y consentir, siete felices meses de embarazo, Nate esperaba con ansias que los últimos dos mese pasaran con rapidez, él ya quería tener a el bebé en brazos, habían acondicionado una de las habitaciones para el bebé, Nate no había escatimado en gastos cuando de su hijo se trataba, e incluso leía libros de cómo ser un buen padre y no morir en el intento.
Por otro lado Annie, estaba aterrada por lo que iba a pasar, dadas las circunstancias de su embarazo el bebé tenía que nacer por cesaría, y no era el dolor lo que la preocupaba, sino que algo pudiera salir mal y ella o su bebé estuvieran en peligro, ella no quería dejarlo ya que lo amaba con su vida.
Faltaba poco para llegar a la mansión Valentine, pero a Annie no le estaba cayendo bien el viaje, durante el camino empezó a sentir un ligero dolor en la cadera que le impedía moverse, mientras que el bebé se movía de forma que sentía que estaba muy abajo y la lastimaba, por medio no se lo quería decir a Nate pues él se alarmaría como loco y de inmediato la llevaría al hospital, ella no quería ir aun hospital, no en ese momento, no si arruinaría la fiesta de Nate.
- Llegamos - Dijo Nate acomodando el auto.
- Esta bien, Nate.
- ¿Pasa algo?
- Se mueve mucho, pero siempre lo hace.
- Quieres regresar.
- No, Nate, Entremos.
Nate abrió la puerta y la ayudo a bajar, le dio la mano y juntos caminaron a la entrada donde los esperaban sus tíos y su padre, en cuanto los vieron todos corrieron hacia Annie para abrazarla y acariciarle su enorme barriga de siete meses, ella llevaba a la siguiente generación Valentine dentro y eso los hacía muy feliz, y Annie se sentía amada por todos y amaba a su bebé.
Pero eso no quitaba su mal estar, la cadera cada vez le molestaba más y el bebé se movía sin parar, intentaba verse de lo mejor mientras se acomodaba en el sofá de la sala mientras Nate jugaba billar con su padre, su tío y su primo en la sala de juegos, Annie quería irse pues sentada platicando del parto con la tía de Nate no le pintaba nada bueno, contracciones, la ruptura de la fuente, el momento el parto, era algo que a Annie incomodaba, ella no pasaría por eso, la doctora se le decía cada vez que iba a sus citas rutinarias, era muy estrecha y por las riesgosas condiciones del embarazo no podía ser un parto normal, ya que el bebé podría sufrir algún daño físico o morir en el vientre antes de salir, y al pensar en salir, Annie sentía que ese bebé se quería salir ya.
- Debemos ir por los chicos, el bebé ya quiere comer - Dijo Annie intentando aliviar esa tensión.
- Claro - Dijo la señora Valentine -Vamos por ellos.
❄❄❄❄❄
- Te piensas casar con ella - Le preguntó su tío James.
Nate se sentó en el borde de la mesa de billar.
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París en invierno
RomanceNate odia todas las estaciones del año, en especias el invierno, no por ser la época del año más fría, sino porque pensaba que la gente se unía falsamente, gastaban en obsequios caros que iban a terminar pagando el resto del año, muchos turistas par...