Siempre era igual, de la misma manera; caminaba de regreso a casa cuando ella iba a la suya. En aquél estrecho callejón, donde simplemente podía cruzar a su lado y sólo a su lado, sin cruzar palabras, sin cruzar miradas.
Comencé a regresar a casa a la misma hora solo por ella, me quedaba en un café haciendo mis tareas, justo a las 8:45pm partía con destino a casa; llegaba al callejón exactamente a las 9:10pm, me topába con ella justo en el medio de este a las 9:12pm. Ella de la misma manera de siempre, llevaba su mirada en el suelo, sus largas medias bien ajustadas, su largo cabello negro en una coleta finalizada con un lazo rojo, sus audífonos en sus delicados oídos a todo volúmen, como era de costumbre lograba percatarme que la canción que escuchaba es "River Flows in You" de el pianista Yurima, aquella hermosa pero triste canción; siempre de la misma manera, observó delicadamente cada minúscula parte de ella y su hermoso y tierno rostro, para simplemente dejar que avance primero por aquél estrecho callejón.
Como era ya de costumbre, estaba en aquél café esperando la hora indicada para irme; salí a las 8:45pm como siempre, llegué al callejón a las 9:10pm, levanté la mirada para ver a aquella adorable chica, con su uniforme escolar venir directo a mi, pero no fué así, llego al centro del callejón a las 9:12pm de la misma manera que todos los días. Ella no estaba, no había venido por el callejón, decido regresar y esperar un momento, “quizá se le hizo tarde”, fué lo único que pensé en aquél momento, eran las 9:20pm cuando decidí entrar de nuevo a aquél callejón, camino rápido al centro de este; mis torpes pies tropiezan con una maceta, me levanto y me sacudo, las palmas de mis manos sangran; maldigo por lo bajo y logró escuchar una angélical risilla mezclada con un sollozo; levanto la mirada y ahí está ella, mirándome directamente con esos ojos hermosos que logran penetrar mi alma, y su pequeño uniforme como siempre y de la misma manera de siempre.
Sé que en estos momentos un tomate se queda pálido al compararlo con mi rostro.
— ¿te encuentras bien? — dijo sorbiendo un poco su nariz, lo cuál no me pareció nada repugnante, ya que su pequeña nariz se tornó rojiza — creo que si lo estás...me voy — hizo una pequeña reverencia y pasó a mi lado colocando de nuevo sus audífonos, dejándome escuchar aquella canción que de la misma manera de siempre, suena a todo volúmen por sus preciosos oídos. En este preciso momento me percato que ella estaba llorando, perdí mi oportunidad de hablar con ella y hacerla sentir mejor.
Despierto al día siguiente con los gritos de mi abuela hacia su estúpido gato, “siempre de la misma manera”, pienso en cuanto me levanto de mi cama, tomo una ducha y me visto, agarro unas galletas y me despido de mi abuela; salgo en dirección a la escuela, paso por ese pequeño callejón sin importarme, ya que en las mañanas jamás la veo, llego a la escuela y hago lo se siempre; terminan las clases, voy al café, estudio, 8:45pm salgo del café, 9:10pm llego al callejón, 9:12pm cruzo con ella y escucho "River Flows In You", llego a casa, termino las tareas, me ducho, me acuesto y espero otro día para toparme con aquella pequeña.
Pasan los días y era lo mismo todos los días. Era temporada de exámenes ya, no había pasado por aquél callejón tan tarde como para verla, extraño ver sus lindas medias con moñitos en las rodillas, su cabellera larga y escuchar como emana de sus audífonos "River Flows In You".
Desperté como siempre, de la misma manera, hice lo de siempre; tomé unas galletas y me iba a despedir de mi abuela, cuando esta me interrumpió.
— escucha hijo, ten mucho cuidado, en las noticias dijeron haber encontrado a una joven estudiante de tu edad muerta anoche, fué una masacre; se vé que la pequeña sufrió mucho, aún traía su uniforme, por favor no vengas tan tarde hijo — dijo acariciando mi rostro con ternura, asentí y besé su frente, salí y fuí a la escuela; terminaron las clases y fuí al café; 8:45pm salgo del café, 9:10pm llego al callejón, 9:12pm ella no está, la extraño, decido seguir a casa.
Llego y mi abuela está viendo las noticias, decido sentarme a su lado, aún hablan sobre la chica muerta, comencé a prestar atención al reportaje, había una señora de largo cabello negro llorando mientras sostenía una mochila blanca llena de sangre, aquella peculiar mochila blanca con un dibujo de pikachu en el centro, mi corazón se aceleró, la señora no paraba de gritar, y los policías le evitaban a los camareografos grabar más allá de la escena del crimen, en el que se ha estado investigando todo el día; siento que mi corazón se va a salir de mi pecho, un camareografo logra grabar algo de la masacre y efectivamente...aquella chica dueña de la cabellera negra amarrada en una coleta con un lazo rojo, estaba tirada sobre la calle en un charco de sangre seca, sentí la mirada de mi abuela sobre mi, pero no me importó, estaba muy ocupado llorando, aquella pequeña que siempre portaba de la misma manera su uniforme jamás la volvería a ver en aquél callejón.
Pasó una semana, y de la misma manera de siempre, yo pasaba por aquél estrecho callejón a la misma hora de siempre, eran las 9:12pm cuando justo en el medio de ese callejón había una señora, con grandes ojeras y un cuadernillo en mamos junto a un listón rojo; mi corazón se aceleró, ella estiró sus manos entregandome ambas cosas y se marchó pasando a un lado igual que aquella pequeña; corrí a casa y subí a mi cuarto, abrí aquél cuadernillo y todo lo que decía era sobre el chico del callejón que veía a las 9:12pm y como simplemente cruzaban.
Decía lo mucho que ella quería hablarle y lo mucho que le gustaba, hablaba de los días de mis exámenes y como nunca fuí, y ahí terminaba, todas las hojas estaban llenas de sangre, lloré mientras sostenía su listón en mi puño, al fondo podía escuchar "River Flows In You".
Salí de mi habitación en dirección al baño, tomé pastillas de mi abuela y una navaja, corrí de regreso a mi habitación y me encerré en ella. No tenía razón de vivir, puse a todo volumen aquella hermosa canción; tomé tantas pastillas como pude, abracé el listón con la mano izquierda y con la derecha comencé a pasar la navaja lenta y profundamente por mi garganta, podía sentir como corría la sangre y como moría lentamente, mientras escuchaba aquella hermosa canción, y comencé a ver negro, todo para mi acababa.
Siempre de la misma manera... Pero sin ella, simplemente nunca sería lo mismo... Lo último que pude escuchar, fué a mi abuela gritar.FIN