Luciana era una chica bajita, pelo castaño oscuro, ojos café y piel blanca, además, era muy tranquila, sus amigos la apodaban 'Lu', en su universidad le iba bastante bien, tenía muy buenas calificaciones y muchísimos amigos.
Un día como cualquier otro Lu se dirigía a su universidad por la mañana, cuando llegó vió a un chico nuevo, del que no tardó en enamorarse.
El chico era de piel blanca, pelo castaño claro, ojos turquesa, y bastante alto, era muy callado, pero tenía cara de ser un chico canchero. Lu vió que el banco del lado del muchacho estaba vacío, inmediatamente aprovechó la oportunidad y se fue a sentar a su lado. Cuando llegó el maestro a la clase ordenó a los universitarios a realizar un trabajo en parejas con el compañero de banco. De inmediato Luciana se alegró, pero el chico nuevo ni siquiera se veía interesado en el trabajo. -¿Cómo te llamas?- Preguntó el muchacho mientras anotaban las intrucciones -Lu... Luciana...- Respondió con voz tiritona -Bonito nombre, soy Mateo, pero me puedes decir 'Mat'- Afirmó el guapo jovencito -A mí di.... dime Lu- Exclamó aún más nerviosa, él afirmó con la cabeza, pero no dijo nada. Luego de que ambos terminaran de escribir las instrucciones Mateo miró su reloj, quedaba una hora y media de clase, ya que el trabajo era bastante largo, él decidió apurárse -¿Comencemos?- Preguntó -Claro- Respondió ella, mientras lo realizaban no se habló tema además del que estaba presente en el trabajo.
Cuando la hora de clase terminó salieron al patio de la universidad, Mat y Lu conversaron mucho entre sí, y poco a poco comenzaron a establecer un lazo de amistad, el problema para Lu es que su nuevo amigo, Mateo, era demasiado cariñoso con ella, siempre la abrazaba, y cuando ella estaba triste, él siempre era la persona que la consolaba, la apoyaba y le daba besitos en la cabeza, esto hacía que la chica se confundiese más aún, y se pusiera más nerviosa cada vez que estaban juntos, cada vez que Mateo conversaba con otra chica, Lu lo celaba, se enojaba con él y luego lo perdonaba, descubría que no podía vivir sin él, era el primer chico en el que pensaba al despertar por la mañana, y el último antes de dormir, siempre imaginaba la manera de decirle que ella lo veía como algo más que un amigo, pero sin embargo, por más bueno que fuese el plan, constantemente se ponía colorada y no se atrevía a decirle nada a este chico, pero Lu estaba convencida que algún día debía confesarle este sentimiento a su amigo, pues estaba sospechando que Mateo también estaba comenzando a sentir un sentimiento por ella más potente al que siente un amigo hacia el otro. Pasaron las semanas, Mateo llegó algo molesto ese día a clase, Lu no sabía porqué, pero Mateo tampoco quiso contarle, -¿Tienes novio?- Preguntó el de la nada -No, no tengo novio ¿Por qué quieres saberlo?- Exclamó la chica -No....preguntaba nada más.... ¿Te gusta alguien?- Volvió a preguntar el chico -¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio? Pero sí, sí me gusta un chico- dijo ella riéndo -Ah, y....¿Se puede saber su nombre?- Preguntó nuevamente el chico -Emm... claro.... su.... su nombre es... Marco- Inventó la chica en el momento, creía que de esta manera lograría sacarle celos a su amigo, y parecía que lo estaba logrando, pues el muchacho le molestó bastante la noticia, o al menos eso demostraba -¿Y a tí?- Preguntó interesada la chica -Pues sí, a mí también me.... me gusta alguien- Dijo con completa sinceridad Mateo -¿Y su nombre? Si es que se puede saber- Preguntó nuevamente aún más interesada la chica, ella notó los inmediatos nervios del muchacho, le tiritaba la voz y las manos, se empezó a poner colorado y comenzó a sudar poco a poco, ella supuso que quizás su amigo no quería que ella supiera esto, o quizás, ella era la persona de la que estaba enamorada Mat.
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Mi casualidad más dolorosa
RomanceHola chicos!! Primera vez que utilizo esta plataforma, esta historia la cree en base a una anécdota que yo tuve con una amiga muy cercana a mí ¡Espero les guste! 💞