AÑO 1/2: 1

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El avión despega y se aferra a los brazos del asiento con toda la fuerza de la que dispone, es la primera vez que montas en un avión y no puede creer que sea por un motivo tan... extravagante.

Mira la carta que tiene en las manos.

​- ¿Sigues releyéndola? - pregunta una voz a tu lado.

​Sube la vista para mirar a tu amiga.

​- Es que... esto es...

​- ¡Increíble! - añade.

​- Irreal, Annabeth, pero ese término también vale - no puede esconder la sonrisa que amenaza con salir de tus labios ante el entusiasmo ajeno.

​- Sólo disfrútalo, ¿quieres? Vamos a pasar en Londres los últimos días de verano. Sólo eso ya es una buena razón - pero al ver que (T/N) no responde, clava sus ojos en ella.- ¿Estás preocupada?

​No la mira, no le hace falta.

​- Es imposible.

​- No lo es - le asegura, comprensiva.

​Entonces sí la enfrenta y se encuentra con aquellos grandes ojos grises que la caracterizan; aquellos ojos llenos de coraje y valentía deseosos de vivir aventuras. Sí, su amiga ha nacido para ello. Sin embargo, comienza a pensar que no es tu caso.

​- Annabeth, ¿por qué no estás tan sorprendida? ¿Por qué te es tan fácil aceptarlo?

Ella se encoge levemente de hombros.

​- Bueno, no puede ser más raro que ser hija de una diosa.

Ahoga un gemido de frustración, desde que la lechuza se estampó contra la ventana de su habitación nada ha sido fácil. Mucho menos descubrir el verdadero origen de Annabeth y el por qué desaparece cada verano.

​- Tengo un colapso mental - admite -. Entonces, ¿ahora qué sigue?

​Annabeth sonríe sin contestar la pregunta. No quiere arruinarle las sorpresas que Hogwarts les tiene preparadas. (T/N) está preocupada, casi prácticamente en shock, pero ella sabe que disfrutará como nunca. Dirige sus ojos a la ventanilla para ver el cielo nocturno plagado de nubes. ​Londres les espera.

La boca de (T/N) se abre lentamente cuando entran al aeropuerto después de aterrizar. Nuevamente, su cerebro no es capaz de procesar la cantidad de cosas que ve. Viajar es algo completamente nuevo para ella y siente que su interior se llena de ilusión y grandes expectativas.

​- Ay, dios mío... - susurra, al pasar delante del Starbucks.

​- ¡Eh, chicas!

​Un hombre de más de metro y medio de altura se acerca, Annabeth lo mira con curiosidad mientras que (T/N) lo saluda con naturalidad.

- Hola, (T/N) - le da la mano a la menor que la estrecha con una sonrisa para después mirar a la semidiosa.- Soy Hagrid, guardián de las llaves de Hogwarts.

- Un placer - la rubia sonríe.

​- Hagrid, ¿cuánto vamos a estar en Londres?

​- Apenas dos días, lo que tardéis en comprar el material - sonríe, mirándola con ternura.

Asiente y los tres se dirigen a buscar un coche que los lleve de Charing Cross al Caldero Chorreante. El pobre taxista mira a Hagrid pensando que es imposible que un hombre tan alto pueda caber en su vehículo, pero (T/N) y Annabeth observan satisfechas que algún tipo de magia ha tenido que usar el guardián de Hogwarts cuando finalmente entra sin problemas.

​- ¿No tienes la sensación de que todo esto puede desaparecer de un momento a otro?

Annabeth le da unas palmaditas comprensivas en la espalda.

Multifandom en Hogwarts [Personaje/Lector]Where stories live. Discover now