Era adorables para algunos, para otros algo aterrador. Siempre solitario, no había nadie con quien desvelarme. Él se había apoderado de mi y gracias a que siempre dejo mi ventana abierta pude salir a coger aire bajo la luna. No salía en esta situación durante el día ya que la gente exagera lo que no es común. Vivía con el temor de que hubiera un mal entendido entre la sociedad y yo desde pequeño. Mi mamá ignoraba todo lo que decía haciéndome quedar como un loco de las fantasías.
Vivía cerca de un bosque así que eso me calmaba un poco. No tenia ningún problema en salir al exterior, no tenia vecinos. Allí me sentía bien, me sentía como otro hogar. La noche tranquila e iluminada por la luz de la luna, el bosque se veía algo tenebroso, pero era un encanto para mi vista. Siempre acostumbraba a sentarme a admirar la hermosa luna, al hablar con ella es como si me escuchara con atención.
Unos pasos a lo lejos me sacaron de los pensamientos haciendo mirar hacia la dirección del sonido. Vi a una chica caminando por la acera, tenìa un aroma muy esquicito. Camine un poco cerca arriesgándome para observarla mejor, pero al una rama al romperse, el ruido llamo su atención haciendo mirar hacia el lugar en donde me encontraba.
Asustado corrí hacia unos arbustos para que no me viera. Se detuvo algo asustada, vi su cara mirándome con el temor a que le sucediera algo perturbador. Al ver que estaba mirándola pacientemente detrás de los arbustos, se acerco demostrando valentía y curiosidad. La luna ilumino su rostro, me quede asombrado al ver que era ella. No entendía por que estaba caminando a solas por las calles a esta hora. Tal vez se sentía algo sola y salió a dar un paseo, pero... ¿Porque Emily?
Envuelto en mis pensamientos me deje al descubierto, cuando caí en cuenta vi su cara asombrada. Se estaba acercando poco a poco con su brazo extendido, pero fui muy cobarde y huì. Sabia que no tenìa intención de lastimarme, pero no quería que creyera que era común de nosotros. Algunos son peligrosos y cazaban en grupos comúnmente, yo solo atacaba cuando me sentía en peligro o furioso. La mire desde la distancia, aun seguía sorprendida con lo que acaba de ver con sus ojos llenos de ternura.
Narra Emily.
Aun no podía creer lo que había visto. Tenia unos ojos tan profundos, pero reflejaban algo de tristeza e inseguridad. Extendí mi mano y me fui acercando para no asustarlo, pero aun así salió huyendo. Era hermoso, nunca había visto uno igual que él. Era alto y musculoso, sus ojos color miel brillaban con el reflejo de la luna. No se por que dicen que son peligrosos, al contrario, era lo mas hermoso que había visto en toda mi vida, siempre quise tener uno igual que él. Tenìa que contarle a Franky sobre esto.
Agite mi cabeza esfumando mis pensamientos, terminando mi desayuno para así poder buscar a Franky a su casa. Mi padre me pasaba una cantidad de dinero por ser hija única para así poder pagar y resolver mi vida. Ahorre algo de dinero para comprarme un carro y no ir estresada por el buz. Franky resultaba que vivía algo cerca de mi casa y para que no fuera caminando no tenia ninguna molestia en recogerlo en su casa. Le avise con un mensaje antes de salir para que me esperara para pasar por èl.
Narra Franky.
Preparándome para ir a la escuela mi teléfono suena. Era un mensaje de Emily.
-Estoy llegando, espérame. - Mire el texto y me dedique a esperar.
Hace un par de días, Emily me conto tristemente que su adolescencia la separaron de sus verdaderos padres. Su madre era una drogadicta y su papá la abandono antes de nacer. Surgió un problema la cual fue separada de su madre y fue adoptada por una familia con muchas esperanzas de tener una familia. Al ella contarme eso, fue como si ella hubiera contado una parte de mi vida.
El sonido de su carro, espanto mis pensamientos haciendo que mirara en su dirección. Estaba allí mirándome con una sonrisa. Habíamos compartido días juntos y nos conocimos un poco mas, para comenzar una amistad. Caminè hasta su auto, abrí y me subí al auto.