LA UNIVERSIDAD (PARADA TEMPORALMENTE)

Capítulo 4: LAS PRUEBAS FÍSICAS

-Emm… ¿hola? Perdón, creo que me he equivocado, estaba buscando a Juan, mi psicólogo-Dije algo tímida.

-Yo soy tu nuevo psicólogo, estoy sustituyendo a Juan ya que tiene Cáncer y está ingresado en un hospital-Me respondió él serio-Pero por favor…siéntate-Dijo señalándome una silla.

Lo dudé un instante, pero al final cedí.

-Bueno…según los informes, tienes problemas para controlar tu ira-Empezó a decir con una sonrisa.

Yo resoplé.

-Oiga, ¿usted no es muy joven para hacer de psicólogo?-Pregunté molesta.

-Está bien…si no te transmito confianza lo entiendo, así que empezaremos por presentarnos-hizo una pausa-Yo me llamo Daniel, aunque me puedes llamar Dani, y estoy haciendo unas pruebas de la universidad porque estoy estudiando psicología-me explicó.

Yo sonreí. Esto ya me gustaba más…

-Yo soy Ashley, y también voy a la universidad-respiré hondo-llevo yendo al psicólogo desde los cinco años, cuando le pegué un puñetazo a una niña por no compartir sus pinturas-resoplé-Pero ya estoy mucho mejor, y eso se lo tengo que agradecer todo a Juan-le expliqué con una pequeña sonrisa.

-Me alegro mucho…y no te preocupes porque conmigo también mejorarás-hizo una pausa-Para eso necesito que me cuentes todo lo que te pasa cada vez que vengas aquí, incluso si practicas sexo o tus pruebas físicas-espetó con una sonrisa pícara.

-Emm…yo soy virgen y las pruebas físicas las tengo mañana, así que ya te contaré-respondí sonrojada.

Él asintió.

Estuvimos hablando toda la consulta y la verdad es que era muy majo, además me transmitía confianza.

Y también te gusta….

No es verdad…es solo que me parece una persona culta, tierna y responsable. Nada más.

Oh, vamos…te encantaría tenerlo entre tus piernas. Por si aún no lo has notado, soy parte de tu cerebro, boba.

En eso tienes razón…pero aún así, que me guste es una cosa, otra cosa es el que me quiera acostar con él, por favor… ¡es mi psicólogo!

Vale, vale, quizá me pasé un poco, pero no me niegues que no es un chico caliente…

Eso no te lo puedo negar conciencia… ¿sabes? A partir de ahora te llamaré, pequeña Ashley.

Está bien…ese nombre me gusta.

Sonreí internamente.

Llegué a la universidad y me encontré con Jorge fumando al lado de un montón de chicas, de entre ellas Vero, Vivi y Cloe, babeando a su alrededor.

Por favor…tampoco es que sea un dios y haya que aclamarlo y adorarlo…

-Hola Ashley-Dijeron mis amigas a coro.

Yo sonreí y las saludé con la mano. Jorge se giró y apartando a varias chicas se acercó peligrosamente a mí.

-Ya no tienes una botella de agua a mano… ¿qué harías si te beso?-Dijo burlón.

-Pues no sé, pero un guantazo y una patada en tu miembro te llevas seguro-Le contesté sonriendo irónica.

-Entonces mejor no me arriesgo, que si me dejas sin descendencia… ¿cómo vamos a tener hijos?-Preguntó él riéndose.

-Fácil, no los vamos a tener nunca, ya que nunca conseguirás que me enamore de ti-Le respondí seca.

Él sonrió.