Marizza:Pablo qué, mamá??!!
Sonia no aguantaba las lágrimas.
Sonia:Está vivo, mi ciela hermosa... está VIVO!
Marizza se quedó petrificada. Su boca abierta en shock. Sintiendo que sus rodillas le temblaban, se dejó caer sobre el sillón.
Marizza:Cómo??!
Dijo en una voz bajita.
Sonia se sentó al costado de su hija, poniendo una mano sobre su pierna.
Sonia:Acaban de llamar del hospital público. Aparentemente Pablo ha estado en coma ahí estas tres semanas, como no traía documentos y estaba inconsciente, no lo podían identificar...
Franco:Hasta hoy que se despertó, y lo primero que hizo fue darles su nombre y el teléfono de casa
Interrumpió Franco. Marizza seguía mirando al vacío con una cara de shock.
Sonia:Me entendés, ciela?
Dijo Sonia tratando de mirar alos ojos a su hija. Marizza frunció el ceño, negando con la cabeza. Aún no se atrevía a hablar. Tenía miedo de que todo fuera una farsa y entonces sufriría más.
Sonia:El cuerpo que pensaban era de Pablito... era de Sergio, y el otro de Felipe. Al parecer Pablo salió volando por la puerta del auto, tuvo una caída re grossa pero sobrevivió... está vivo
Siguió explicando Sonia.
Marizza:Entonces...
Marizza sintió que sus ojos de cargaban de lágrimas.
Marizza:Pablo no falleció?
Sonia:No, mi amor
Marizza:E... está vivo?
Preguntó de nuevo, no lo podía creer. Sonia abrazó a su hija.
Sonia:Si, ciela, esta vivo, y se muere por verte a vos
Marizza:Pablo está vivo...
Susurro Marizza para sí misma, aún impresionada. Luego, sintió como que se desvanecía, y sin previo aviso, se desmayó en la sala.
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Mia y Manuel estaban echados en la cama de Sonia y Franco, aprovechando que no estaban.
Mia:Qué suerte la de Pablo, ché Dijo Mía, acurrucándose contra Manuel.
Manuel:Si, aún no lo puedo creer... cómo se lo tomó Marizza?
Mia:Y...
Mia suspiró.
Mia:Se re sorprendió. Tanto el costó convencerse de la muerte de Pablo, que cuando se enteró que no era así, casi se muere ella!!
Manuel abrió los ojos, preocupado.
Manuel:Pero ya está bien?
Mia:Siiiiii, está re feliz por dentro pero si la ves, por fuera ni se nota. Parece hecha de piedra pero es más suave que el algodón
Manuel se rió un poco.
Manuel:Qué raro verte halando asi de Marizza. Suena como si la conocieras a fondo
Mia:La re conozco, aunque no siempre nos llevemos bien, y ella a mi también me conoce
Dijo Mia jugueteando con la camisa de Manuel, distraídamente.
Manuel:La re querés, también
Dijo Manuel. Mia se puso colorada. No dijo ada. Manuel la abrazó y besó.
Manuel:Y ella a ti también te re quiere amor
Le aseguró, adivinando que Mia seguro se estaría preguntando eso.
Satisfecha, Mia se sonrió y hundió su carita en los brazos de Manuel.
Manuel:Dónde está Marizza ahora?
Mia:Fue con daddy y Sonia a ver a Pablo. Daddy me va a llamar para decirnos si odemos ir hoy nosotros a verlo o mañana
Los dos chicos siguieron haciéndose mimos, aprovechando la tarde a solas en la casa Colucci-Rey.
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Mientras tanto, en el pasillo de una clínica:
Franco:Estás lista?
Marizza:Si, déjame entrar!!!
Franco:Tiene la cabeza vendada, mi ciela. No te vayás a impresionar...
Marizza:NO! DEJAME ENTRAR!
Sonia:Shhh! Hija! No grités, que queres que te boten??
Marizza:Quiero ver a mi novio mamá!!!
Sonia suspiró, cansada de discutir con su hija.
Sonia:Entra, hija, y se muy suave, que aún le duele el cuerpo y la cabeza
Marizza entró a la habitación de la clínica a la que Franco había ordenado que trasladasen a Pablo.
Sin responder nada, Marizza se cerró la casaca de buzo hasta el cuello, pues los nervios le habían dado escalofríos, respiró hondo y abrió la puerta de la habitación de Pablo con una mano temblorosa. Había silenció salvo un ligero ruido de alguna u otra máquina. Se veía también un tanto oscura la habitación, pues la cortina estaba cerrada. Sintiéndose cada vez más ansiosa, pero a la vez más asustada. Marizza ingresó a la habitación.
