Marizza entró a la habitación valientemente, pero aún no se animaba a abrir bien los ojos. Avanzó hacia una de las dos camas que tenía, la del fondo estaba ocupada, la otra era para visitas y acompañantes que se quisieran quedar a dormir.
No podía distinguir a la persona que estaba echada y tapada, asi que se acercó lo más que pudo, y su corazón dio un salto.
Marizza:Pablo!
Exclamó Marizza llenándose de felicidad. No lo podía creer. Ahí estaba, vivo y respirando, sin ninguna máquina, sin nada más que la intravenosa para pasarle suero y medicinas y una venda blanca que le rodeaba la cabeza.
Marizza:Pablo! Pabli amor! Soy yo
Dijo Marizza en voz baja mientras se agachaba en el piso para que su cara estuviera a la altura de la cara de Pablo.
Lentamente, Pablo fue abriendo los ojos. Volteando la cara, miró a Mariza a los ojos, y una sonrisa débil pero muy sincera llenó sus labios.Pablo:Viniste
Dijo en una voz entrecortada. Se notaba que aún estaba mal por el accidente, pero estaba poniendo todas sus energías en demostrarle a Marizza lo contento que estaba de verla y de estar vivo.
Marizza:Y cómo no voy a venir? Te amo más que a nada en este mundo y creés que no vendría?
Dijo Marizza sintiendo que por enésima vez se le llenaban los ojos. Pensaba que ya se le habrían agotado las lágrimas de tanto llorar.
Pablo:Te amo
Dijo Pablo tratando de sentarse en la cama, pero de inmediato se dio cuenta que eso era imposible. Su cara se llenó de dolor.
Pablo:aiii
Marizza se puso de pie y lo ayudó a echarse de nuevo.
Marizza:Shhh vos tranquilo... no te sentés, yo de aquí no m muevo más
Le aseguró. Pablo la miró y sonrió.
Pablo:Me encantaría poderte decir miles de cosas, pero me duele el cuerpo al hablar, me duele la cabeza de solo abrir los ojos.. pero vale la pena si te veo y hablo con vos
Marizza se rió mientras unas cuantas lágrimas caían de sus ojos inevitablemente. Pablo hizo una trompita, y alzó la mano que no tenía intravenosa hacia la cara de su novia.
Pablo:Eyyy no llorés... no llorés más, mi amor, Ya Estoy Aca con vos , Amor
Dijo con ternura mientras le acariciaba la cara a Marizza. Marizza se volvió a agachar en cuclillas, apoyando su barbilla en el colchón muy cerca de la cara de Pablo.
Marizza:Yo... yo pensaba que estabas muerto, Pablo. Me dijeron que habías fallecido
Dijo entre llantos. A Pablo se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas también, al ver todo lo que había sufrido su novia.
Pablo:Estoy aquí, ahora estoy aquí, y nunca me voy a separar de vos
Marizza empezó a llorar sin poderse aguantar, y Pablo le hizo una señal para que se abrazaran. Luego de varios intentos, Marizza logró treparse a la cama de Pablo, y se acomodó al lado suyo, teniendo sumo cuidado con su cabeza y con la intravenosa que adornaba su brazo izquierdo.
Marizza:Fue horrible.. me dijeron que estabas carbonizado, que te habías muerto yo m quería matar Pablo, m quería matar en serio. Son vos.. me sentía vacía de todo sentimiento
Pablo:Shhh
Pablo la abrazó con su brazo derecho (el bueno), y Marizza desahogó algunas e sus lágrimas contra la bata de hospital que tenía puesta Pablo.
Pablo:Sabés lo que pensé apenas me desperté?
Dijo acariciando el cabello de Marizza, tranquilizándola.
Marizza:Mmm?
Pablo:Pensé... dónde está mi novia? Lo único que quiero s que le avisen que estoy bien, y donde estoy, y que el digan que la amo más que a nada en este mundo, y que en ella estaba pensando cuando salté del auto antes de que cayera en el abismo.
Marizza se separó de Pablo y lo miro a los ojos.
Marizza:Cómo?
Dijo limpiándose la nariz con la manga de su campera. Aun tenía los ojos rojos y la cara manchada de lágrimas. Pablo sonrió y asintió.
Pablo:Fuiste vos la que me dio la fuerza, Marizza. Voz me diste la valentía para hacer lo que hice. Me mandé por la puerta sin pensarlo dos veces. No pensé en la caída, en los golpes, en el precipicio. En nada. Sólo pensaba... esto tengo que hacerlo por Marizza... y lo hice
Marizza no aguantó más y volvió con las lágrimas.
Marizza:Ay... Pablo.. no se que me pasa no paro de llorar! No paro de llorar hace tres semanas, y parece que mi cuerpo y se acostumbró a soltar las lágrimas a cada rato!!!
Pablo se rió y abrazó con más fuera a Marizza, (aunque solo lo podía hacer con un brazo), le llenó la cabeza de besitos. Marizza le besó el cuello, haciéndole caricias.
Marizza:Gracias, gracias por hacer lo que hiciste. Estoy demasiado feliz como para podértelo explicar. Te quiero te quiero te quiero!!!
Pablo:Y yo a vos
Pablo:Marizza...
Marizza:Decime"?
Pablo:Te puedo dar un beso?
Marizza sonrió, y era una de las primeras veces que sonreía en semanas. Posiblemente la primera.
Marizza:Pensé que no volvería a sonreír nunca más, Pablo
Dijo poniéndose seria.
Marizza:En serio pensé que sin vos mi vida se acabaría... perdí las ganas a todo...
Pablo la contuvo u rato.
Pablo:Yo se... pero ya no hay que pensar en eso más, mi amor, ya pasó, ya estoy aquí, ahora, por favor podés volver a sonreír y a reír con esa risa que amo tanto en vos, y me podés dar un beso?
Asintiendo con la cabeza,
Marizza se acercó a Pablo y beso suavemente sus labios. Luego se separó, y Pablo alzó las cejas sorprendido.
Pablo:Eso es todo?
Preguntó desilusionado. Marizza se puso colorada.
Marizza:Y.. me dijeron que tuviera cuidado con vos.. estás delicado y tenía que ser re suave... por tu cabeza.. qué se yo..
Dijo haciendo puchero.
Pablo se rió pero la risa se convirtió en una tos leve pues sus pulmones estaban un poco débiles y se atoraba.Pablo:Qué decís
Dijo cuando ya se había recuperado.
Pablo:Lo que suceda en mi cabeza no tiene nada que ver con mi boca... la cabeza estará vendada pero... te puedo besar a la perfección
Marizza se rió, y al escuchar su propia risa se rió más fuerte aún. Estaba tan feliz que no lo podía ni explicar.
Marizza:Entonces, te amo mucho mucho mucho!
Dijo antes de volverse a acercar a Pablo y besarlo apasionadamente.
Asi pasaron muchos minutos, entre caricias y besos, sin decir mucho más, hasta que de pronto Pablo se separó con cuidado de no dañarse la cabeza.
Marizza:Te duele, Pablo?
Preguntó Marizza, ya un poco despeinada por todos los besos y cariñitos que se habían estado haciendo. Pablo negó con la cabeza, pero miró intensamente a Marizza.
Pablo:Te puedo hacer una pregunta? No me lo quisieron decir los médicos, y estoy segura que vos sabés
Marizza asintió, poniéndose seria.
Marizza:Si, decime
Pablo se puso serio también.
Pablo:Qué les pasó a mi padre y a Felipe?