Buon compleanno, Cristina

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Se preguntarán porque el título de este capítulo está en italiano, bueno, la razón es porque yo y toda mi familia somos italianos, aunque yo fui el único que se tuvo que nacionalizar mexicano apenas llegamos aquí, ¿Por qué?, no me pregunten. Hay temas en mi familia que es mejor no mencionar.

22 de junio de 2014, tres años antes

Me levanté ese día temprano para acompañar a mi Madre y a mi nona a hacer las últimas compras para la fiesta sorpresa de Cris. Cuando estaba terminando de desayunar, Cris bajó y me saludo, pero yo indiferente le dije:

—¡Buenos días Cris!
—Buenos días bebé - Dijo un poco extrañada.
—¿Qué piensas hacer hoy, Cris?
—Nada, no pienso hacer nada, tengo que estudiar para la universidad, ¿Tú?
—Nada, de hecho, ya me voy, voy a salir con mis amigos al cine.
—Eres un imbécil, Aníbal.
—¿Qué te pasa Cris?

Pero me había dejado hablando solo, mi plan había funcionado perfectamente, Cris pensó que había olvidado su cumpleaños.

Esa misma tarde:

Subí las escaleras de prisa con un ramo de flores, un ridículo oso panda de peluche y un bolso por el cual Cris moría. Entre a su habitación y exclame a todo pulmón: ¡Boun Compleanno, perdedora sorella!

—Eres una basura de hermano- me dijo llorando de la felicidad.

—¿Pensaste que iba a olvidar tu cumpleaños?

—La verdad sí, y te estuve maldiciendo todo el día por eso.

Sonreí, era tan linda, tan parecida a Bela de joven, era como una madre, siempre lloraba mis lágrimas y reía mis alegrías.
—Vamos  abajo, Cris.

— ¿Para qué?

—Vamos Cristina.

Mientras bajábamos las escaleras, ya mi casa estaba a oscuras, cuando llegamos abajo todos sus amigos, mis padres y mi nona gritaron: ¡Feliz cumpleaños Cris!

Mientras un mariachi entraba cantando "cielito lindo", si había algo que Cris amaba de México era los mariachis, así que no podían faltar en sus 20 primaveras.

Mientras el Mariachi cantaba ella lloraba en mis brazos, entonces, con el mariachi de fondo, secó sus lágrimas y me dijo:

—Te amo con mi vida, Aníbal, recuérdalo por el resto de tús días
—Si yo fuera tu, también me amaría Cristina—Y le di un beso en su frente.

Daría mi último aliento por revivir ese momento, por darle un último beso.

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