El Secreto de Henri [+18]

One-Shot

Seguíamos trabajando en la exposición que Don Novarra nos ha dejado; si no fuera él mi profesor favorito creería que esto es una verdadera lata, aún así el tema es sumamente interesante.

He mirado a Henri por enésima vez desde que llegue, esta vez desde su cama donde me encontraba con su ordenador portátil en las piernas. Trataba de mirarlo lo más discretamente posible pero no creo que la palabra "discreta" pueda usarse para muy bien para describir esa mirada. Lo miré trabajar durante un rato -bueno más que solo un rato, pero es que, ¡Madre de Dios! es guapísimo- hasta que dejó de escribir en su ordenador se recargó en su cómoda silla y se volteó hacia mí.

-Creo que deberíamos tomar un pequeño descanso,-habló- hemos trabajado durante mucho tiempo.

-¿Mucho tiempo? Pero si apenas han pasado dos horas. Además si tomamos muchos descansos nunca terminaremos.- Proteste

-Aún así, hemos trabajado muy duro, nos merecemos un descanso.

-Está bien,-suspire- pero no más de 10 minutos.

-Por supuesto,- Habló mientras se levantaba- vayamos a la cocina por algo para comer.

(...)

Entramos en la cocina, era muy grande y bonita.

Me he sentado en la mesa que estaba en medio de la cocina mientras Henri sacaba una botella de el refrigerador y llenaba 2 vasos con jugo de naranja.

-¿Qué te gustaría comer?- preguntó.

-No lo sé, ¿qué te gustaría comer a ti?-respondí sonriente.

-Tengo helado.

-Entonces comeremos helado.

-Muy bien,-Henri rió- helado será.

Sacó un bote de helado del refrigerador y tomó dos cucharas de un cajón. Me tendió una de las cucharas y se sentó frente a mi en la mesa.

Comimos el helado hasta que el bote quedo vacío.

Nos levantamos y Henri llevó las cucharas y los vasos al fregadero. Yo me recargue en la barra mientras lo miraba.

Una vez que terminó de lavar lo que habíamos utilizado, se acerco a mí.

Note como miraba mis labios mientras se acercaba.

-Tienes helado, aquí.

Sentí como su pulgar recorrió la comisura de mis labios. Comencé a sentir mi rostro arder.

Desvíe la mirada apenada tratando de evitar se profunda mirada, pero él tomo mi barbilla y me obligo a mirarle a los ojos.

Fue acercándose cada vez más y yo cerré los ojos en cuanto sentí sus labios sobre los míos.

Sus labios se presionaban contra los míos y sus manos se dirigieron a mi cintura, levantándome y sentándome en la barra, logrando quedar por sobre él.

El beso se intensificó, Henri mordió mi labio suavemente y adentro su lengua en mi boca jugando con la mía.

Pasé mis brazos alrededor de su cuello y él comenzó a acariciar lentamente mi cintura.  

Su agarre sobre mi cintura se fue incrementando y tomo los bordes de mi blusa para tirar de ella hacia arriba. Me separé de él para que pudiera quitar mi blusa dejándola caer al piso.

Siguió besándome y volvió a tomarme de la cintura, esta vez para levantarme y hacer que mis piernas lo rodearán.

Me sujete de sus hombros con fuerza mientras hacia que nuestras lenguas se rozarán insistentemente.