ESTACIONES

VERANO

Los helados comenzaban a derretirse en las manos y estas quedaban pegajosas, así como las lágrimas se derretían por mis ojos cada que recordaba nuestro ultimo día juntos, de este modo yo quedaba pegajoso y estancado en esta situación, en este circulo donde todo mi mundo gira en torno a ti y eso es malo, pero no tanto.

Estábamos juntos hace dos años y realmente esos dos años vivimos todo juntos, desde navidades, hasta la boda de tu madre; Hannah, realmente estaba loco por ti, ¡Sigo estando loco por ti! Eres mi chica preciosa, y ese día, ese último día estábamos celebrando tu beca para la universidad, no tenia que ocurrir nada mal.

Pero... de un momento a otro estábamos en el auto, y no me dejabas conducir estabas muy alterada, la llamada de tu hermana te había vuelto loca, supongo que no estabas consiente de lo que hacías, estabas enojada y me gritaste cuando intenté quitarte las llaves, no lucias como tu; colocaste el vodka en el asiento del copiloto y me senté en los puestos traseros del auto, solamente te observaba y aunque estuvieras enojada solo quería abrazarte, tu maquillaje se volvía negro bajo tus ojos y marcaba más tus ojeras, le subiste a la música para que no te escuchara gritar, repetías una y otra vez porque te ocurría eso a ti; yo solo intentaba quitarme el frio y tu solo querías conducir rápido, desahogarte, y llegar rápido al hospital con tu madre.

Pero ibas muy rápido y el asfalto demasiado resbaloso y con una mala curva acabó todo.

Te vi con la cabeza ensangrentada, tu pelo blanco estaba rojo, me dolía demasiado la pierna como para sacarnos del auto, así que te tomé en mis brazos y cerré los ojos imaginando que todo era un sueño.