Único.

1.2K 165 18
                                    

La brisa otoñal; efímera, llena de un sentimiento calmo y que deja oír la voz meliflua de aquellas promesas de amor eterno... el sosiego temporal de aquél astro parece hipnotizar a las personas que transitan el lugar, conmovidos por el hialino paso de tal sencilla belleza.

El atardecer en la playa más transitada de Seúl parecía mesmerizar a todos; desde parejas disfrutando el relajado ambiente hasta los niños, quienes habían dejado sus castillos de arena y guerras de agua solo para plasmar dicho momento en sus mentes. Todo parecía ser perfecto: una poesía idílica pintada en la realidad por las manos de algún Dios...

Sin embargo, Kim TaeHyung no pensaba de igual forma.

Oculto tras algunas rocas, bajo el manto multicolor de aquella puesta de sol y oyendo el suave golpear de las olas; es allí donde el pequeño rubio se esconde de la realidad.

Sujeta sus rodillas con fuerza, marcando el contorno de sus dedos en su piel y rasgándola debido al largor de sus uñas. Oculta su rostro y solloza en silencio, esperando que el impacto del agua contra la superficie sea lo suficiente para acallar aquellos sonidos; deseando desaparecer un momento y buscando la liberación de todos sus problemas.

TaeHyung no podría considerarse una persona infeliz. Tenía amigos quiénes se preocupaban por él, una familia en la cual refugiarse y una pareja perfecta.

Lástima que la perfección no exista.

Kim NamJoon había sido su soporte por más de cinco años; cinco años dónde ambos se dieron cuenta de que su amistad necesitaba un nombre más allá del cariño entre compañeros, por lo que, luego de un largo tiempo callando sus sentimientos, ambos decidieron dar el siguiente paso en aquella relación. No fue nada muy ostentoso; dulces y coloridas flores decoraron la velada dónde éstos jóvenes sellaron su promesa de 'amor verdadero'.

Sin embargo, aquél cariño inmenso que ambos profesaban se extinguió como la vela que indicaba un año más en TaeHyung. Luego de su cumpleaños número dieciocho, NamJoon decidió ponerle fin a su noviazgo e ir por la persona a quién verdaderamente amó todo ese tiempo: Park JiMin.

TaeHyung no era estúpido, claro que no. Por supuesto, notó la nula atención que su ex-novio ponía en él y presenció el cese de eso que ellos desesperadamente llamaron amor.

Y es aquí donde nos encontramos: TaeHyung sufriendo aquella pérdida, siendo el sol oculto y las estrellas que se asoman los únicos que pueden atestiguar la tristeza pintada en los orbes del rubio... o bueno, eso es lo que piensa TaeHyung. 

Sin embargo, tras la sombra de una roca se esconde la figura de Jeon JungKook. Observa con amargura al epítome de lo que él denomina belleza, queriendo ir y consolar al hombre que, en secreto, es su mayor inspiración y más grande anhelo.

Con un último suspiro, el pelinegro abandona el lugar.

[🍒]

Ha pasado una semana de aquél quiebre emocional que TaeHyung tuvo en la playa; una semana desde que JungKook vio por última vez al rubio.

JungKook lo buscó por los pasillos al día siguiente, esperanzado de ser el soporte que Kim necesitaba y que él podría ser sin ningún problema, mas el pelinegro no contaba con la ausencia repentina del chico, quien decidió faltar por ese periodo de tiempo.

ㅡ¡Demonios!

El azabache masculló con molestia cuando su cuerpo impactó contra el suelo.

ㅡ¡Lo siento, lo siento! ¡Voy tarde...! ¡LO SIENTO! ㅡgritó la voz causante de aquél choque y también perteneciente a la persona que lo derribó de tal forma: nada más y nada menos que Park Jimin. JungKook miró el pasillo, aún aturdido por su repentino encuentro con el piso.

Looking For Paradise || KookV [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora