Nathan POV
Año 1851 – Nueva Orleans – 15 años
Me desperté en mi cama, mire a mi lado y no vi a mi hermano, se habrían levantado ya a desayunar, me levante yo también, me puse un pantalón y salí de mi alcoba.Llegué a la cocina y vi a mi hermano y mi madre desayunando, me senté con ellos y comí un poco de pan, últimamente no tenía hambre nunca y me costaba dormir por las noches, mi padre se fue a patrullar la ciudad.
Ahora que era mas mayor seguía sin hablarme de esas cosas que me ocultaba en el pasado, me mataba que no me lo contara, a veces hasta discutíamos, pero mi padre veía eso como algo normal, lo podía notar, ese secreto sinceramente me estaba alejando de mi padre por momentos y eso a mi familia le preocupaba.
-Bueno ¿que pensáis hacer hoy?.- pregunto mi madre rompiendo el silencio.
-Yo iré con unos amigos a la posada.- dijo Mason
-¿Y tu Nathan?.-
-No lo se.- dije frío.Últimamente me levantaba de muy mal humor y no quería hablar.
-Porque no vienes a la fiesta del pueblo.- propuso mi madre
-No tengo ganas de fiestas.- dije frío de nuevo.
-Venga te vendrá bien.-Me levanté de la mesa haciendo que la silla se cayera y golpeé la mesa.
-¡¡TE HE DICHO QUE NO!!.- grite furioso.
Mason se levanto y se acerco.
-Cálmate hermano.- dijo levantando la mano
-¿Me vas a obligar?.- me encaré con el
-Nathan para.- pidió mi madreSin decir nada me fui de la casa y me senté en una butaca que había fuera, me puse las manos a la cara mientras miraba el suelo y respiraba hondo. Algo en mi interior estaba cambiando, estaba muy cabreado siempre, no comía, no tenía ganas de hacer nada, dormía muy mal por las noches, ¿que me estaba pasando?.
Alguien me toco el hombro y alcé la vista... era mi padre, siempre me sorprendí lo bien que se conservaba, a mi madre ya le habían salido algunas canas, pero el se mantenía fuerte y joven.
-¿Ocurre algo?.- pregunto.
-No.- le quite la mano de mi hombro.Se sentó al lado mía mientras miraba al frente.
-Se que tienes muchas dudas hijo, solo te pido que me des tiempo para explicártelo....-
-¿Tiempo?.- interrumpí.Ahora le mire.
-Has tenido 15 años para explicarlo y ¿ahora me pides tiempo?.- reí amargamente.
-Esto no es fácil Nathan, no es algo de lo que se pueda decir de un día para otro.-
-¡¡PUES DILO DE UNA PUTA VEZ Y QUÍTATE ESE PESO DE ENCIMA PADRE!!.- dije levantándomeMi padre me miraba como si lo que estuviera haciendo fuera normal, se levantó también y me tomo de los hombros.
-Por favor Nathan... solo te pido tiempo.- dijo
Y entró en la casa, mire al frente con el ceño fruncido y los puños apretados, no podía aguantar mas, llevaba 15 años igual, secretos, secretos y mas secretos, toda persona tiene un límite de paciencia, y la mía ya había acabado.
Decidí salir a dar un paseo por la ciudad, haber si me relajaba, estaba echando humos, salí a la calle mientras pensaba en el odio que tenia de que mi padre me ocultara un secreto desde hace tantos años, andaba mirando al suelo cabreado aún.
De repente se escucho un grito, que hizo que levantara la cabeza, todos los que estaba por hay hicieron lo mismo y vi como un hombre salía del 1)colmado de enfrente mía corriendo, la dueña salió y señalo al hombre. 1)Tienda