Crónicas del Fenris - Saga Luna Cazadora Tomo I

CAPITULO IV - "HONOR Y GLORIA"

   Aquella mañana el bosque estaba silencioso, los alces salvajes transitaban en el pasto de manera tranquila, Dos figuras a la lejanía se observan corriendo, sobre el follaje mientras que los nobles animales del bosque pastaban, de pronto un sonido cortante cursaba el aire y el quejido de uno de los alces de la manada se hizo sentir, cayendo al ser herido por una flecha y dando la alerta a la manada, la cual salió despavorida dejando la moribunda bestia. Entre los matorrales sale una figura el cual se acerca al alce, eh ahí el cachorro de Uhrih Mc'Collen, aquel chico de unos 16 o 17 años de ropas ligeras las cuales estrechaban su figura por su notable musculatura remarcada en aquella piel caucásica con risos de un bronceado natural, por los fuertes trabajos en el campo, su altura notable entre los comunes, 1.95 metros aproximados pequeños para los fieros Cliaths que precedían en aquella aldea de su procedencia, pero proporcional a su peso que oscilaba en los 114kg aproximados, distribuidos en su cuerpo, remarcando su hombro y bíceps como la corteza de Yggdrasil, su fuerte pecho resaltante, muslos proporcionados que le hacían flexionar y saltar grandes distancias y potencias necesarias para correr las mismas, su espalada protuberante por los pesos que carga tras las distancias, su rostro con detalles finos marcado, una nariz aguileña y mentón resaltante enmarcados por su larga caballera Azabache, todo aquello resaltado por sus ojos color dorado, reluciente como la esmeralda más profunda e iluminados con brillos de los fieros garous residente en su linaje.

El joven se arrodilla junto al alce y con su mano derecho lo acaricia mientras ora por él.

        - Lo siento Hermano Alce, tu carne servirá para alimentar a mi familia-

Y dándole un corte rápido para cortar su sufrimiento, abre sus ojos y empieza hacer los cortes, de pronto llega junto, el con gran prisa una joven de cabellos largos rojos como llamaradas desde su raíz, con una trenza predominante, un cuerpo bien formado con pechos firmes y esbelta figura, algo exaltada sonríe y le pega en el hombro al joven.

         - Seth, en realidad eres más rápido que yo, te perdí el rastro a media lengua de distancia, como le haces?-

Sonriendo el joven, observa aquella chica y sonríe.

         - Nala, te has quedado atrás por casi más de media hora, los animales se iban a ir jajaja-

Al decir esto se coloca sobre sus hombres el pesado alce, y sonríe, le señala su parte y exclama.

           - Corte tu parte, llévala con los tuyos, yo llevare la mía con mi madre, vamos.-

Ella le observa, y algo pensativa se detiene, Seth la observa y le pregunta.

            - Que te ocurre Nala?, te encuentras bien, no has tomado tu parte-

Ella, baja la cabeza, y se agacha a tomar su parte, en lo que la toma, le responde algo pensativa.

           - La verdad quería contarte algo muy importante, la próxima luna será mi rito de iniciación, quería que lo supieras –

Este se sorprende al escucharla, y algo perplejo piensa su respuesta tras un momento, le responde.

              - Tu rito? , Nala, pero la próxima luna será mañana-

Ella al escucharlo se levanta y camina hacia él cargando su parte de aquel alce, este con un rostro algo preocupado al pasar ella cerca de él, la detiene y le toma del brazo.

- No quiero que te ocurra nada malo, por favor te encuentras preparada?-

Por un momento ella queda sorprendida por la preocupación de seth hacia ella, pero encubriendo su sorpresa, esquiva violentamente y logra zafarse de sus manos para seguir caminando con su rostro algo serio, el corre tras ella nombrando su nombre con firmeza y está caminando algo enojada le responde