novios oficiales

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se miró una vez más en el espejo, no era por ser narcisista pero se veía muy bien, muy galán, sabía que podría tener a quien quisiera en esos momentos.

Estaba más que listo, se había preparado increíblemente bien, había tenido un par de días para pensar con claridad y saber qué era exactamente lo que haría en cuanto viera a Jackson.

Salió del baño de aquel restaurante elegante y tomó asiento en su mesa,

–Hola–Sintió como una mano extraña apretaba su hombro

–Jackson –Susurró el menor viendo como se sentaba en la silla libre frente a él.

–¿Ya pediste?

Youngjae negó con la cabeza, quedando perdido en la belleza del otro.

–¿Estás bien?

Y no lo soportó más.

–¿Por qué me pediste que viniera?

Jackson tomó la mano del contrario por sobre la mesa y la apretó fuerte disfrutando de la sensación de calidez.

–Quiero disculparme contigo –Sus ojos se conectaron–. Entiendo si ahora me odias, después de gritarte e irme a casa de Kim yerim

–¿Por qué terminaste con Kim yerim?

–Porque me di cuenta que ya no lo amaba

–¿Y por qué dijiste que me amabas el otro día? Ya sabes, después de que terminamos de hablar.

–Porque es así.

–¿Y no vas a pedirme que estemos juntos? Bueno, esta vez como novios oficiales.

Jackson levantó las cejas muy alto, evidentemente asombrado, ¿Había escuchado bien?

–¿Me estás pidiendo que sea tu novio? –Preguntó perplejo.

–Estoy preguntándote que si no piensas preguntarme precisamente eso.

Jackson rio.

–Yo... Es que... ¿No me odias?

–Creo que te amo más de lo que alguna vez podría odiarte –Admitió

Ok, esto estaba dando un giro demasiado repentino e inesperado para ambos.

–Entonces, ¿ Youngjae , quieres ser mi novio?

se lo pensó un momento antes de responder.

–De acuerdo, Jackson pero, tú pagas la comida de hoy.

***

Besos y besos eran repartidos aquí y allá, unas cuantas maldiciones y por supuesto gemidos, Youngjae lloraba mientras que Jackson lo penetraba .

Por su parte Youngjae simplemente quería borrar las marcas que Kim yerim hubiera dejado sobre la piel de su ahora novio

–Jamás vuelvas a tocar a otra o a otro como lo haces conmigo, ¿Sí? –Susurró en el oído de Jackson mientras su miembro entraba lento y salía a la misma velocidad.

–Nunca jamás, me quedaré co-contigo siempre.

Aquella habitación de hotel se volvió testigo de cómo dos hombres que se amaban se entregaban por completo y se llenaban de promesas de amor.

Promesas que ambos sabían, se cumplirían.


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No me gustan los hombres,Solo me gustas tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora