La Isla {Próximamente}

-¿Ya viste lo que ocasionaste? Más imbécil no puedes ser porque iría en contra de las leyes de Dios y del gobierno-reclamé enojada.

-¿Yo qué? Fue por tu culpa que nos echarán del barco- dijo a la defensiva.

-Se suponía que en estas vacaciones me iba a relajar. Además de que no nos echaron, tú de tarado que te caíste por la borda y yo de mensa que intente ayudarte - chillé mientras me alejaba de él.

-¿Y tú crees que yo venía a eso? Mi papi no pagó esa gran cantidad de dinero para que pasará mis vacaciones con una gata como tú- habló arrogante.

-¿Me has dicho gata, estúpido?- me crucé de brazos ya enojada.

-Pues eso eres, cariño- contesto acariciándome la mejilla.

-Aléjate de mí, ¿quieres?- hablé lo más pesada posible.

-Aceptémoslo, no sobrevivirás ni una noche sin mi ayuda- su ego y orgullo no podrían estar más arriba porque sería imposible.

-¿Apuestas? Mira Ken de quinta, aquí el que no aguantará una noche serás tú. Eres más nena que Ariana Grande- me burlé de él.

-Y tú más estúpida que...- se quedó sin que decir.

-Más estúpida que tú, lo dudo- le guiñé un ojo y me fui.

Esto era una pesadilla. Mis preciadas vacaciones están arruinadas por un bastardo, y esto me pasa por querer ser amable con la gente imbécil. Por su maldita torpeza ahora los dos estamos solos en una isla desierta. Muchas chicas desearían estar en mi lugar ahora mismo, todas morirían por estar a solas con el guapísimo Brent Rooney, el chico musculoso pero careciente de cerebro. Pero yo, Savannah King, maldigo la hora en la cual lo conocí.