Obviamente tendría que llegar de intercambio algún chico guapo, alto y de cabello negro. Todos en mi clase están locos por él.
Las chicas están encantadas, cada vez qué pasa por alguna fila para recoger su borrador, todas miran fijamente. En los deportes es muy bueno, por lo que los chicos lo admiran. Lleva así como unos 3 meses.¿Y yo? Obviamente ha sido un infierno para mi tener que aguantarlo
Soy Yakimei Momo, tengo 15 años y la mayoría de las personas me considera aterradora pero tierna, y aún así, nadie se acerca a mí.El primer día que llegó el tipo éste, todo fue fuera de lo normal.
—Bien, alumnos. Matsukio Kuroi estará con nosotros el resto de su estudio en ésta preparatoria, espero sean buenos compañeros y...— Dijo el profesor, después ya no le puse atención porque realmente no me interesaba. Más sin embargo...
—¡Mucho gusto en conocerlos!— lo dijo tan alegremente y con una sonrisa tan resplandeciente que voltee sin pensarlo, y al parecer todos en la clase pensaron lo mismo, todos prestaban atención atentamente.
Como nadie parecía decir algo, de la nada una chica se paró de su pupitre:
—"¿Tienes novia?"
En serio, que vergüenza ajena sentí. Sólo rodee los ojos y suspiré.
No creí que Matsukio le respondería, pero vaya que lo hizo.
—Claro—Sonrió ligeramente— Ella es hermosa y la amo demasiado.
Su mirada era retadora, como esperando a que la chica le insistiera en que no era más que una mentira; porque eso era. Pero no, simplemente se volvió a sentar y Matsukio se dirigió a su lugar nuevo como todo un ganador justamente a mi maldito lado. El profesor comenzó la clase como siempre y Matsukio tuvo la genial idea de hablarme.
—¿Cuál es tu nombre?—dijo acercándose lo más posible a mi.
Ignoré su pregunta y le dije en voz baja;
—Si quieres hablar, hazlo después de clases ya que el profesor te puede regañar en este momento—traté de sonar lo más normal posible para que no notara mi odio profundo hacia la humanidad. Pero vaya que lo notó.
—No sabes mentir, no te esfuerces en hacerlo—me miró fijamente mientras sonreía.
Por un instante no supe que contestarle, pues sólo estaba jugando conmigo. Dudé un poco de mis palabras, pero cuando quise contestarle, el profesor me llamó la atención.
Me acomodé de nuevo en mi pupitre mirando al frente, y de reojo pude ver que el me seguía mirando, pero decidí ignorarlo. Pasaron las clases y salimos al receso.
Me percaté de que me seguía, pero el seguía pensando que no me había dado cuenta hasta que voltee de repente para sorprenderlo, más él simplemente ya se había ido con su (al parecer) nueva bola de mejores amigos. Me sentí un poco decepcionada, así que sólo seguí con mi camino.
Terminó el receso y desde las rocas salieron los estudiantes apresurados para que no les marcaran una falta.—¡Oye! Nunca pude saber tu nombre, no me iré de tu lado hasta saberlo—gritó Matsukio con el afán de molestarme mientras pasábamos la manada de personas hacia el salón. Joder, amigo ¿por qué tienes que molestarme a mi? Pero la verdad es que nunca nadie había hecho eso, así que me sentí un poco feliz después de pensarlo.
—¡Mi nombre es Yakimei Momo! ¿Feliz? Oh, ¡gran idiota!— Le contesté, nunca creí lo divertido que fuera. Él sólo me sonrió, parecía decir algo, pero todo se limitó a un ¡PUM! Cuando le cerré la puerta del salón en la cara. Oh dios, sentía que iba a reventar de la risa en medio de la clase cada vez que veía su, completamente cara roja, su ceño fruncido y ojos como espadas directamente hacía a mi. Pero podría decir que él también se veía feliz de alguna manera, y creo que eso estaba bien.
— Debería arrancarte esas trenzas de tu cráneo y hacerme un muñeco con ellas— Por supuesto que eso me sacó de mis pensamientos, pero que más podía decir; era Matsukio susurrándome lo más cerca para que sólo yo escuchara, y mis suposiciones estaban equivocadas; vaya que me odiaba. Me le quedé viendo y volvió a su lugar algo arrepentido, hasta que le sonríe y traté de encajarle un lápiz.
Prácticamente ese fue nuestro resto de día; Molestarnos mutuamente.
Ya cuando me iba hacia mi casa Matsukio me habló mientras corría hacía a mi.
—Sonará tan estúpido, pero ¿podríamos ser amigos?.
Primero pensé: "Es una broma"
Después: "¿O simplemente es idiota?"
Y mi decisión fue; "Pendejo"
—Como gustes, me viene dando bastante igual lo que pienses— contesté lo más frío; quería ver su expresión. Se quedó un momento pensando, y de su boca salió un —Engreída— con una expresión bastante peculiar para mi, pues se estaba riendo en realidad.
¿Por qué demonios se ríe después de llamarme así? ¿Qué se cree?
Pero yo también empecé a reírme de lo tonto de la situación.
Me fui, y todo fue color de rosa.
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Avr amixes, lancen caca si quieren, se los permito, los amo, bai 🌽❤️
Por cierto, actualizaré los lunes, lo juro.
Ah, y el de la fotito de arriba es algo así como Matsukio, namas pa' que se den la idea. Y no se preocupen, a todos ustedes los sigo todos los días con tal de que estén bien 👀
Fin del aviso
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Shojo Shonen 0.2
RomanceWell, novela/anime. Probablemente te suene un cliché, así que mejor lee. Vamos, sé que tu quieres. Nah, después hago una bonita descripción, mientras tanto, querido lector; disfruta de lo que puedas. Me ayudarias bastante con un comentario de alguna...