Cualquier cosa

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             La brisa fría le acariciaba mientras el sol en su punto de ya ir terminando su labor del día, dándole paso al manto nocturno de arropar al cielo, ese atardecer de otoño sin duda era mismísima magia para él, tan hermoso, cálido y frío al mismo tiempo. Llevo la taza en sus manos a hasta sus labios, degustando la bebida chocolatada caliente, sintiendo la dulzura en sus papilas gustativas, dejándose llevar por la emoción.

—¡Ah aquí estas! —se escuchó detrás de él, al girarse vio a dueño de sus suspiros— Te estuve buscando desde hace rato.

—Perdona, me entretuve un rato —dijo volviendo a ver al atardecer.

—Sí, lo note —respondió en risas, se acercó al otro y se sentó junto a él en la banca de madera.

—¿Quieres un poco? —le pregunto extendiéndole la taza roja al contrario, y este acepto gustoso.

—Gracias —respondió con una sonrisa para después beber un poco.

        Ante la respuesta, paso su mano por la melena del otro, acariciando sus rubios cabellos, posteriormente deposito su beso en su frente.

—¿Qué hiciste hoy? —pregunto.

—Pues —le paso la taza—, fui con mi padre a charlar un rato sobre algunas cosas, me pregunto por ti y le dije que estabas bien, y seguimos la conversación, pero se puso un poco tonta.

—¿Tonta? —el receptor asintió— ¿Cómo?

—Pues tonterías, y ese tipo de cosas, dijo que haría cualquier idiotez por mamá.

—¿Por tu mamá?

—Sí, me conto que cuando eran jóvenes, él le dijo que haría cualquier cosa por ella, aun si fuera la cosa más humillante del mundo.

—¿En serio?

—Sí...

        Leves risas se escucharon de ambos. Y luego silencio, pero no por mucho.

—¿Fox? — el nombrado le miro de nuevo — ¿Tú harías cualquier cosa por mí?

—Claro. Cualquier cosa.

—¿Cualquier cosa?

—Sip —le dio otro sorbo al chocolate caliente—. Sería capaz de ir hasta vestido de Drag Queen a una de las aburridas fiestas de tu familia, sólo para verte sonreír.

        Las pálidas mejillas del contrario se tornaron en un pequeño raso por lo dicho, después soltó una carcajada.

—¡Hey, no te rías! —le replico también riendo.

—Lo siento, es que... me lo imagine y te vías tan gracioso.

        Continuaron con sus risas, hasta que se cansaron. El más alto abrazo al otro, y en eso le pregunto:

—¿Tú harías cualquier cosa por mí?

—Por supuesto.

—¿Lo que sea?

—Lo que sea.

—¿Hasta la más vergonzosa? —dijo en burla.

—La más vergonzosa.

        Al separarse unieron sus miradas, plateado y dorado de conectaba con intensidad.

—¿Qué la más vergonzoso para ti? —cuestiono en forma de mofa, esperando a que el otro no le respondiera.

—Pues —se lo pensó un momento—. Andar desnudo en público...

        Estallaron en risas nuevamente, preguntándose: ¿Cómo una conversación romántica acabo así?, ni ellos estaban seguros. Su relación era como los atardeceres de otoño; fríos y cálidos al mismo tiempo, era como magia, una magia llamada amor...

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『🍮』 ❝g̶o̶l̶x̶y̶ ❞ ☼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora