"Hyung, ¡usted la trae!"

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El risueño tailandés se encontraba vagando por sus redes sociales en su computador tan ausentemente que ya comenzaba a bostezar por lo aburrido que se sentía. Su semblante lucia muy diferente al que normalmente llevaba y soltaba quejidos de disgusto de vez en cuando; daba vueltas en la cama o por el departamento sin saber qué hacer. Se asomó por la ventana de la habitación que compartía con su mayor , Seung Gil Lee , y observó que el cielo seguía gris y gotas de agua caían de él. Le molestaba , pues ya había planeado el día completo , e iba a ser uno bastante divertido , en su opinión. Que un cambio de clima lo dañase , no era algo que le causara alegría a él moreno exactamente.

Suspiró cerrando las cortinas que cubrían las ventanas y tomó su celular dirigiéndose a la sala de estar, donde también se encontraba su compañero. Bajó las escaleras en puntillas y con sus brazos estirados hacia los lados ,como un niño pequeño jugando al avioncito, mientras tarareaba una canción que recordaba haber escuchado en la radio hace algunos días. Cuando se encontró en el último escalón , dio un gran salto para evitarlo y cayó perfectamente recto para luego hacer un sonido de celebración como "¡ta-da!" en busca de algo de atención de el mayor para curar su aburrimiento. Lastimosamente , no logró nada.

Luego de hacer un puchero y rodar sus ojos, Pichit se dirigió al sofá donde estaba recostado el de tez más clara y dejó recostar su cabeza sobre el regazo ajeno, imitando la acción de tomar su celular y comenzar a mirar en él en busca de algo interesante. Para su mala suerte, el chico no encontró nada, así que dejó su celular a un lado y se acomodó ahora sentado y con su cabeza recostada sobre el hombro de el coreano. Soltó un suspiro y le miró.

—Oiga, Hyung, estoy aburrido.— Habló Pichit poniendo cara triste , luego soltando un bostezo.— Juguemos algo , ¿si?— Propuso alegremente y con mirada suplicante el chico moreno.

Seung suspiro y apagó su celular dirigiendo la vista a su compañero. Estaba cansado. Tantos días de entrenamiento le tenían exhausto y quería descansar, pero sabía que con Pichit a su lado eso era algo imposible, pues aquel tailandés era demasiado energético e intranquilo; tal y como un niño pequeño. Pero, a pesar del cansancio que le consumía tenía algo de curiosidad en él. ¿Que sería lo que se traía entre manos aquel chico risueño esta vez?

—¿A que se refiere?— Seung ladeó su cabeza hacia Pichit y le miró fijamente con aquella inexpresividad característica de él.

Pichit mostró una posición pensativa y luego de varios segundos chasqueó sus dedos , dejando que una gran sonrisa se pintase en su rostro, haciendo ver sus ojos como dos simples líneas.

—Juguemos a "La traes".— Propuso sonriente y tomando una de las manos ajenas para luego levantarse de un brinco de el sofá y tratar de que el coreano hiciese lo mismo, pero sólo consiguió una negación por parte de este.— ¿Eh? ¿Por qué no? —El semblante de el chico se entristeció nuevamente, y Seung se levantó de el sofá guardando su celular en su bolsillo

—Lo siento, pero estoy muy cansado, Pichit.— Seung palmeó la cabeza de el menor aún inexpresivo, pero haciendo un intento de parecer cariñoso.— Tal vez más tarde, ¿de acuerdo? Solo quiero descansar un poco.

El tailandés hizo un puchero y dejó escapar un sonido de disgusto ante la respuesta de el mayor. Se quitó la mano ajena de sobre su cabeza y se sentó de mala gana en el sofá nuevamente. Él realmente quería jugar y estaba muy aburrido.

—Más tarde ya habré encontrado algo para hacer...— Habló entre dientes Pichit, y Seung , quien ya había comenzado a subir las escaleras hacia la habitación , soló rodó sus ojos soltando un suspiro.

El moreno sabía que el chico le había escuchado , aquel suspiro que se había escuchado entre el silencio de el apartamento nse lo había dejado claro. Así que , sin más que hacer , Pichit volvió a tomar su celular para entretenerse un rato.

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