➳ Dumbasses。〖BnB shits〗

❝Strawberry❞

Multimedia: plaschicdraws (Tumblr).
N° de palabras: 1579 (one-shot).
Publicación: 12/12/2O17.

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Strawberry

En una noche especialmente imperfecta de Highland, donde las chicharras cantaban en busca de pareja y el calor del día se aplacaba gracias a los vientos propios de su región árida, otro par de jóvenes se sentaba en la acera de un gran patio cercado. La casa, cursi como pocas, había sido cedida por uno de los muchachos menos aclamados del instituto, Stewart Stevenson, quien la cuidaba tras el viaje de negocios de sus padres. Aprovechando la ausencia y dada su desesperación por romper el estereotipo de gordinflón ñoño en su persona, accedió a hacer una fiesta totalmente libre en su casa. Libre de control, sus amigos nerds y seguridad, claro estaba.

Sin embargo, invitó al único par de estudiantes que notaron su presencia hasta el momento y rompían los esquemas del status quo, Beavery y Assgirl. Ambas parecían serle indiferentes al resto del colegio, por lo que el chico consideró un gesto de amabilidad que luego le sería recompensado... Aún esperaba que Beav lo notara. Lamentablemente, parecía estar muy ocupada observando otros chicos, comiendo, o sólo riéndose de cualquier idiotez. Obvio tenía tiempo para cualquier cosa, menos para él.

El muchacho, desconsolado, salió a tomar aire, encontrando a la chica sentada junto a su amiga, terminando por irritarlo. ¿Acaso nunca se separaban siquiera un segundo? Apretando sus puños dio la vuelta y procuró seguir con lo suyo: servir a los demás en un intento por ser reconocido.

—Hey, míralo, ahí va. Tremendo idiota, huhuhu —musitaba con voz mansa una de las muchachas, llamando la atención de la contraria.

—¡Mierda! ¿Hacemos dos de tres?

Habían apostado un batido del autoservicio por encontrar primero a Stewart, pues siendo petiso y rellenito les daba mucha gracia verlo corretear por la casa para lamerle las suelas a todos sus compañeros. Assgirl volvió la mirada a su amiga, riendo.

—Uhh, no.

La mueca de descontento en Beavery se hizo presente, siendo reemplazada al ratito por otra amplia sonrisa. Relajó su postura y dejó clara su intención de quedarse sentada allí mismo, llevando los ojitos celestes al cielo semi anaranjado por la contaminación lumínica.

Frunció el entrecejo, pensando, y resolvió cambiar el tema drásticamente—: Esta noche apesta, he. Más de lo normal.

—¡Wow! Espera, tienes razón. —La castaña, en vez de ver el cielo, dejó su mirada fija en la curvatura de la nariz de Beav, acomodando un mechón de cabello tras su propia oreja—. Vinimos hasta aquí, no nos ofrecen nada, y no llegamos a beber alcohol o hacer algo divertido.

—Hehe, ¡ya ni recuerdo por qué nos arreglamos y nos vestimos bien si sólo veníamos a la casa del estúpido de Stewart! —Con notable molestia pasó una mano sobre sus labios, sacando el labial que tan primitivamente se había colocado, dejando parte de la palma fucsia.

—No debí hacerte caso en venir. —Fingió no haber sido la de la idea, mas esperó a la contraria para levantarse—. Ya vámonos de esta pocilga. . . ¿Beavery?

No había caso. La muchacha de rizos rubios se hallaba sumida en un grato asombro, deteniéndose a oler el labial que tenía en la mano. Su mirada brillaba con aquel destello de niñez que muy de vez en cuando dejaba entrever, dando una razón a su amiga para quedarse a esperarla.

—¡Assgirl, Assgirl! El labial huele a fresa.

No le daba una cachetada nada más porque...

—A ver, huhu.