❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟

XVII

BRUCE

—No me iré de aquí Bruce, así tenga que usar el anillo para romper tu puerta. ¡Les prometí que te convencería en ir! ¡La noche es joven! —El azabache presiono su sien, ya duchado y vestido. Y para el colmo, estaba luciendo como siempre sus prendas oscuras formales.

Había supuesto que podría echar al linterna y luego ver una película o leer algo en la biblioteca. Pero no, Harold seguía tocando a su puerta y se preguntaba si Alfred no hacía nada por el mero hecho de que le divertía.

Tenía mucha paciencia... pero realmente, se le había acabado.

A pasos largos llegó a la puerta y la abrió de golpe, viendo al menor elevar una de sus cejas —Ya era hora. ¿Piensas ir así? No tengo idea de que sirva, pero necesitas un disfraz.

—No iré.

—Seh, claro. —Los ojos marrones lo estudiaron de arriba abajo —¡Podrías aparentar ser un espía! ¿Tienes lentes oscuros?

RICHARD

No dejaron de besarse en lo que las manos del mayor fueron apartando sus ropas; se sentía bastante libre y necesitado, deseoso de poder tenerlo en su boca y más. No sabía realmente lo que sentía, pero en su mayoría era deseo, deseo carnal.

—Dickie... —Murmullo el pelirrojo, dejándolo finalmente al desnudo. No tardo rápidamente en trepar, subiendo a su torso y dejando a la vista ese pedazo de carne húmedo y duro. Y es grande, joder que lo es. Lamio sus labios, posando sus propias manos en las nalgas ajenas, dándoles un fuerte apretón que arranco un gemido gutural del mayor —Venga, te daré todo el control, pajarito...

Su lobo se asomó ansioso, pues sus uñas se clavaron con fervor en las carnes que aun sostenía con gusto —No me sorprende que lo desees tanto. —Y entonces, lo toma entre sus labios. El sonido complacido brota de la garganta del arquero, y este al parecer no se contiene en agarrarse de sus negros cabellos en un impulso y arquearse. Eso hace que ría un tanto entre dientes alrededor de su pene.

Comienza con el movimiento de su cabeza, de adelante hacia atrás, probándolo, degustándolo y rozando con su lengua cada centímetro que puede. Es en eso que deja que una de sus manos se deslice hacía adelante y se estire a tomar uno de los pezones, aun con sus garras expuestas. Le pellizca, lo jala y lo amasa, lo que hace que el mayor se retuerza, pero no deje de moverse para encontrarse con su calidez.

BRUCE

Era casi indignante admitirlo, pero Jordan lo había logrado. Sobrevolaban el cielo gracias al uso de su anillo, mientras que él se encontraba con las manos entre los bolsillos de su gabardina oscura. Había aceptado el uso de gafas oscuras y de paso, un bigote falso, que rara vez usaba cuando imitaba ser Matches Malone.

Sí, era insoportable.

—Oye Bat.

—¿Hm?

—Gracias por confiar en mí. —Dirigió una mirada al menor, viendo como sonreía socarrón —Ya sabes. De decirme quien eres en realidad. Y pensar que Barry te admira; sí supiera que eres Bruce Wayne.