Capítulo XIII

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Maruja llegó a la dirección que le dio el Sargento Refugio a la hora exacta, tal como habían acordado, el encuentro se llevaría acabo en un motel ubicado en un una zona no céntrica, al norte de la ciudad, con el fin de no llamar mucho la atención. Nadie sospecharía de un encuentro sexual entre un hombre y una prostituta, aun si se ese hombre fuese un oficial de la ley. Ella iba vestida muy sensual, el taxista no dejaba de verla por el retrovisor, apenas y reaccionó cuando el encargado le indicaba en donde estaba la habitación. Bajó del taxi, y una persiana cochera se abrió para que ella pudiera ingresar.

El cuarto era elegante, contaba con una pequeña estancia con dos sillones. El detective pidió se sentara, y él encendió un modular que se encontraba en la sección de la recamara para poner música, después regresó a la estancia y se sentó junto a ella.

- Es para que no nos escuchen. - Le dijo al oído.

- Está bien, ¿De que quieres hablar?

- ¿Qué sabes de lo que pasó con "El Peterete"?

Maruja ya no pudo ocultar su nerviosismo, sabía hacía donde iba todo, lo sospechó desde que el Sargento le pidió acudiera a la cita.

- ¿Qué quieres saber?

- Cuéntame todo desde el principio, ¿Cómo te enteraste de lo del "Chompiras" y el "Botija".

- ¿Todo? Es que hay cosas que Refugio no debe saber.

- No te preocupes estamos en confianza, el no se va a enterar.

- Un día llegaron los mañosos al Colorado's, cerraron, nadie entraba ni podía salir. Volaban los dólares, los pases, todos se echaban sus pericazos. - La voz de Maruja se comenzó a entrecortar, frotaba sus manos, mientras recordaba lo sucedido. Dejo escapar un suspiro. - Varias de las chicas estaban sentadas con ellos, yo mejor me dediqué a hacer mi show en el tubo. Había una chica, era nueva... - Hizo una pausa, una lagrima rodó su mejilla, la limpió con su palma, y continuó. - Loaldi se llamaba, bueno se llama, por que aun está viva. No sé si sea su verdadero nombre. Se la llevaron con ellos, estaba muy bien la chava, dicen que le gustó al "Chompiras", según que le recordaba a un señora de una farmacia... Creo estuvo casado con ella... No sé... El pedo es que una de las otras chicas, Ambar, me dijo que había escuchado que estaban celebrando la muerte del "Botija", que según el "Chompiras" nada más se la pasaba presumiendo que le había metido no sé cuantos balazos. - Maruja ya había superado la parte inicial, ahora hablaba más en confianza. - Creo en eso recibió una llamada, "Hay pedo, hay pedo" dijo, "Ya se encabronó el jefe... se acabó la fiesta cabrones". Le ofrecieron "chingos" de dólares a la Loaldi para que se fuera con él. - A Maruja otra vez se le salieron las lágrimas al recordar. - Por tres días no supimos de ella. La vinimos a encontrar ya después, Tifanny sabía donde vivía, la fue a ver. La pobre estaba echada en la cama, llena de moretones y chupetones, con fiebre, y sudando.

Maruja comenzó a llorar desconsolada, no podía continuar. El detective se levantó del sillón, ingresó al baño, y le trajo de regresó papel higiénico a Maruja para que pudiera limpiar su nariz. Maruja le dio las gracias. Mientras sonaba su nariz, el detective acarició su cabeza, como queriendo consolarla.

- El maldito se la llevó al jefe. - Continuó. - Se la ofreció para que lo perdonara, le dijo que ya estaba pagada. Estaba guapa la "morra", como de unos veintitantos, alta, "güerita", pero bien mensa, como que apenas acababa de entrar al negocio. El jefe le hizo lo que quiso, le dio hasta por atrás, y la hizo sangrar. Ella le pedía que le parara, que la dejara irse a su casa, pero que no la dejaban. Dos días la tuvieron ahí, la golpeaban para que se callara, la drogaban para que dejara de llorar. Hasta que por fin le tuvieron lástima a la pobre. En los días que estuvo ahí, escuchó que al "Chompiras" se lo tablearon, y que lo habían soltado cuando le dijo al jefe que le traería la cabeza del "Nene".

Chapulín Colorado: El InicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora