❤ Antes de los 30 ❤

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El clima era Perfecto, soleado, el cielo de un azul impresionante, hacía un poco de frío en esa época del año, pero nada importante como para impedirle dar un paso, y otro más, con la sonrisa radiante, un ramo de rosas en la mano izquierda y la derecha dentro del bolsillo de su mejor abrigo, tomando con fuerza y nerviosismo la cajita aterciopelada.

Llegó al parque donde el mayor lo había citado, los árboles de cerezo adornaban un paisaje perfecto para el que ambos recordarían como el mejor momento.

Ahí estaba.

Su cabello rubio brillaba bajo la luz del sol, sus dedos jugeteaban, nerviosos y sus dientes tiraban ligeramente de su labio inferior.

— Hola.

El chico pegó un salto cuando lo saludó de forma desprevenida. Se puso de pie de inmediato y su rostro serio se dirigió a las flores.

— Kyuhyun…

— Sungmin

— Tenemos que hablar.— Habló el rubio con tono serio y el semblante duro.

— Lo sé, tengo algo importante que decirte.

Mencionó el castaño entregándole las flores y sacando poco a poco la cajita donde guardaba un hermoso anillo de compromiso.

Era el momento.

No uno cualquiera como los anteriores, este era especial, con él todo era así.
Suspiró, nervioso, enamorado, entusiasmado hasta los huesos por saber la respuesta.

Sungmin rascó su nuca, mirando hacia la carretera, donde se hallaba un auto azul marino esperando por él. Kyuhyun sonrió, hipnotizado. Y continuó.

— Sé que es un poco apresurado, llevamos apenas un año de conocernos pero… Yo quería saber si… — Hizo una pausa, casi eterna para ambos, pero tomándola por sentidos totalmente opuestos.

El castaño clavó sus ojos brillantes de emoción en el más bajito.Y con el mejor tono de voz que pudo dar, lo dijo.

— ¿Quieres casarte conmigo?

La pregunta hizo un eco de terror en la cabeza del chico rubio, Kyuhyun lo miró en busca de una respuesta por largos segundos.

Hasta que todo se desplomó, parecía de repente que el cielo ya no era tan azul, que el sol no calentaba, que el frío era más fuerte y que ese parque solo era un pedazo de terreno baldío, todo cuando Sungmin negó despacio con la cabeza.

— No.

El mono sílabo le retumbó como un edificio viniéndose abajo. Le hizo eco en el corazón y se lo destrozó en mil pedazos.

— ¿Qué? —  Sus ojos se abrieron de más, la sorpresa lo dejó casi helado. — Pero… Min. Tú y yo somos tan…

—  ¿Iguales? — Le interrumpió con una sonrisa burlona.— Eso aparentaba, en la noche, en la cama, en el bar donde nos conocimos, y por todo un año. Para nada.

Con cada palabra que alcanzaba a asimilar, Kyu bajó la mirada, conteniendo las ganas de gritar.
El chico suspiro mientras rodaba los ojos. Acarició el rostro de Kyuhyun con suavidad.

— Kyu, eres un encanto de hombre, yo te aprecio mucho pero… Mírate, tienes los mismos pantalones de hace tres días, los zapatos sucios y… ¡Por Dios! ¿No te enseñaron a peinarte?— Sungmin se llevó una mano a la cara, cubriéndose como si le diera pena que alguien lo mirase teniendo conversación con el castaño. — Kyuhyun, eres un amor de persona pero esto no va a funcionar, y es por eso que te había citado.

El pecho de Kyuhyun dolía, era la segunda vez que algo así ocurría.

— Es por cuestión de dinero… no tendré mucho pero.

Antes De Los 30 • |Kyusung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora