Cuando piensas que todo esta perdido, cuando sientes que todo sale mal, cuando sientes que ya no puedes más y quieres darte por vencido, recuerda que a tu lado siempre habrá una luz entre tus sombras...
El viento resopla con una ligera fuerza pero acompañado de un frío que te pone las manos heladas, Las personas con bufanda, guantes, gorros y abrigos grandes recorren las calles de la gran ciudad de Daegu, es un clima perfecto para dar un paseo acompañado de tu pareja o entre amigos incluso sólo disfrutando de la tranquilidad del día, un clima perfecto para estar en casa bebiendo una taza de chocolate caliente o quizás una taza de té si así lo prefieres.
Para cualquier otra persona es un dia frío que da pretextos para estar abrazado a alguien, un buen pretexto para quedarse en casa y no hacer absolutamente nada más que dormir y no salir de la cama, pero no para todos es un perfecto día para algunas personas es un día común y corriente un día más de invierno, un día con la misma rutina diaria, un día más soportando a la vida y soportadose así mismo y este caso es el de Kim Seok Jin un joven de veintiseis años que ve la vida de la peor forma, que solo piensa que ahora esta pagando sus pecados de su vida pasada.Seok Jin se encuentra caminando por una de las calles frías y solitarias de Daegu pues apenas son las seis y media de la mañana, sus pasos son lentos pero firmes, su cuerpo cubierto por un gran abrigo negro con capucha, sus manos cubiertas con unos guantes negros y dentro de los bolsillos de su pantalón, Seok Jin camina a pasa lento hacia su empleo que no esta muy lejos de su departamento, esta vida rutinaria llena de penas y desiluciones lo han llevado a convertirse en una persona sumamente fría y reservada, una persona que no expresa sus sentimientos tan fácilmente que prefiere guardarse sus penas y tristezas para si mismo.
El ligero viento frío choca en su rostro y cabellos negros, un viento que por ahora es su única compañía, Seok Jin viene en su burbuja, adentrado en sus pensamientos y solo mirando al frente, lo único que piensa constantemente es sobre estar en su trabajo el resto del día y salir por la tarde, lo único con lo que Jin esta conforme es que trabaja en un lugar agradable y tranquilo, así es donde trabaja es en una cafetería donde solo van personas a leer un buen libro, a una cita para conversar en voz baja o simplemente a tomar un café y disfrutar de su sabor al igual que disfrutar de la soledad.Después de unos quince minutos de recorrido Jin llegó a la cafetería la cual estaba ya abierta, talló un poco sus zapatos en el tapete marrón y se adentro, las luces de un color naranja iluminan el lugar haciendo de ello una cafetería acogedora y cómoda.
—Llegas temprano Jin.— Hablo un joven de una estatura un poco mas baja que Seok Jin y de cabellos obscuros, el se encontraba limpiando una de las mesas de la cafetería que estaban al lado de la ventana.
—Buen día Yoon Gi.— Dijo Jin de una forma sería y sin dirigirle la mirada al joven pasándose de largo y se metió al cuarto que cuyo nombre tenia en la puerta "Solo empelados".
Jin estando en la habitación de empleados, se quito su abrigo y lo colgó en un perchero, tomo su delantal negro y se lo puso amarrandoselo en la cintura, sin antes acomodar su corbata negra y camisa blanca, ya que tiene que estar presentable y con el uniforme bien puesto, al terminar de arreglarse salió de ahí y se fue directo al mostrador que estaba casi a la entrada, tomo un cuadernillo y un bolígrafo empezando a escribir las cosas que hacían falta por comprar, Jin se siente un tanto incómodo por su compañero de trabajo su jefe lo contrato hace unos cuatro días ya que según él, Jin no se daba a basto por si sólo, la idea de tener un compañero de trabajo no le es tan genial como parece, tiene que soportarlo y en veces cruzar palabra con él.
—Jin ¿puedo hacerte una pregunta?.— Yoon Gi dejó de limpiar las meses y de acomodar los servilleteros para acercarse al mostrador y ponerse frente a Jin, lo miraba con una ligera sonrisa esperando cruzar mirada con el.
—De acuerdo pero que sea rápido.— Contestó Jin serio y sin despegar la mirada del cuadernillo en el cuál seguía apuntando las cosas que hacían falta.
—¿Te caigo mal, cierto?.—Sin rodeos le preguntó a Jin lo que el pensaba y llegaba a notar con su forma de actuar de él, no le quitó la vista de encima con la esperanza de que sus miradas se cruzaran.
—No.— Contestó en seco y con firmeza, dejo de escribir unos instantes para levantar un poco su vista y verlo pero con la misma la bajo.
—Es que tu forma de actuar conmigo lo demuestra, si tienes algo contra de mi hazmelo saber, por que lo único que yo he tratado es llevarme bien contigo
—Yo no te pedí que te llevaras bien conmigo, mi forma de ser es así y punto, que tú pienses que te odio o te detesto es problema tuyo no mío.—Jin término de escribir y cerró el cuadernillo dejando a un lado en bolígrafo y esta vez dirigió su mirada hacia Yoon Gi.— No necesitó que alguien se lleve bien conmigo, ni mucho menos sea amable
—Lo siento ya no te haré mas ese tipo de preguntas.—Contestó Yoon Gi un poco desanimado y volvió a lo suyo de limpiar las mesas y acomodarlas.
Min Yoon Gi un joven de veinticinco años, quien ha estado observando a Jin durante mucho tiempo o más bien desde hace diez años, sabe exactamente sus gustos se podria decir que sabe todo de él lo unico que no sabe es por que siempre ha sido un chico frío reservado y aparentemente cruel y esto es algo que tiene que descrubir, Yoon Gi a vivido cerca de su casa durante diez años, fueron a las mismas escuelas incluso universidad aunque en diferentes cursos, pero Jin jamás lo notó por estar en su burbuja, por estar abstraído de la realidad como si pretendiera huir o evitarla a toda costa.
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ʟᴀ ʟᴜᴢ ᴇɴᴛʀᴇ ᴍɪs sᴏᴍʙʀᴀs •sᴜᴊɪɴ•
Fanfictionᴄᴜᴀɴᴅᴏ sɪᴇɴᴛᴇs ǫᴜᴇ ᴛᴏᴅᴏ ᴇsᴛᴀ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴏ, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ sɪᴇɴᴛᴇs ǫᴜᴇ ʏᴀ ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇs ᴍᴀs, ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ ǫᴜᴇ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ʜᴀʙʀᴀ ᴜɴᴀ ʟᴜᴢ ᴇɴᴛʀᴇ ᴛᴜs sᴏᴍʙʀᴀs...