BRUCE
Despertó con jaqueca, ugh, y estaba seguro de que sus tímpanos aun sufrían después de todo aquel bullicio de la noche anterior. Rodó sobre su cuerpo y pudo sentir que se encontraba en un sofá. Se quejó un poco mientras sus parpados se iban abriendo poco a poco.
Frunció vagamente el ceño cuando notó que no se encontraba donde debería. Rápidamente toco su rostro, estaba al descubierto, maldita sea —No te preocupes por eso. La mayoría está en casa y unos que otros acabaron durmiendo en la sala de entrenamiento. Diana se encargó de que pudieras estar... solo. —Reconocía esa voz, Hal.
Por alguna extraña razón, su lobo solo se sintió calmado. No solo por el hecho de que el castaño estuviera allí, ya que era el único de otros dos compañeros que conocía su identidad, sino que también desprendía un aroma fresco y perfumado.
—¿Te duchaste?
—¿Ah?, ah, sí. Tuve que ir hasta Coast City.
—Y volviste. —Uso sus brazos para tratar de sentarse, pero de nuevo, los sucesos de la noche anterior le estaban martillando la cabeza y el cuerpo. ¿Por qué se habían empeñado tanto en darle alcohol? Y más ¿Por qué lo acepto, conociéndose que es malísimo para ello?
—Lo mejor será que te recuestes, viejo. Todos estarán de seguro así en la mañana... Excepto Superman y Wonder Woman.
Bastardos...
—Um. —Gruño volviendo a la posición inicial — ¿Por qué volviste?
El castaño se quedó en silencio, y finalmente él se dignó a mirarlo —No lo sé.
PAMELA
Dejo que la rubia siguiese durmiendo en su cama, la cama de las dos. Dejando un beso suave en su mejilla, sonriendo cuando la más joven soltó unas pocas palabras inentendibles y giro para quedar de medio lado. No tardo en cubrirla con una de las sabanas y ponerse de pie, para tomar una bata y bajar por las escaleras.
A paso lento pudo escuchar como las flores y demás plantas le aseguraban que Selina y Jason se encontraban cerca. Jason... aun recordaba aquella noche cuando la arlequín llego a su guarida, llorando, estando mugrosa y lastimada. Pamela era la única amiga que tenía, que no se atrevía a mentir, solo decir la cruda realidad. Y cuando escucho lo que le comentaba, sobre los prisioneros y el niño, la sangre le hirvió.
Ella odiaba a los humanos, pero no a todos, no todos eran culpables. Harley no lo era; por eso no dudo en convencerla de hacer ese plan de contingencia e irrumpir en el lugar. Aun así, el Joker había escapado. Pero no le importaba, mientras que la rubia no pensase en él de la misma antigua manera, estaba conforme. Por otro lado, cuando atraparon a Jason, fue por el mero de hecho de querer curar aquella horrenda cicatriz en su cara, lo cual no tuvo arreglo.
Solo pudieron tratarla para que no se infectase y desde ahí, Harl lo había adquirido como un tipo de hijo, o una mascota. Ella en aquellos meses en los que los mantuvo a su lado, supo que quería algo más allá que una simple amistad. Y fue fácil, la misma Quinn había sido la primera en besarle una fresca mañana.
Y sucedió. Besos, caricias, gemidos y movimientos lograron que se acentuaran finalmente como una pareja. Amaba tocar a la rubia, hacerla decir su nombre mientras la devoraba y masturbaba con sus dedos o hiedras. Hacerla llegar al clímax, incluso con solo tocar sus rosas pezones. Concia a la perfección aquel cuerpo y se encargaría de que nunca la olvidara.
Porqué aun cuando las cosas habían mejorado; a veces la arlequín recaía. Diciendo cosas referentes al Joker.
—Buenos días, Pam. —Dejo sus pensamientos cuando vio a Selina llevando una taza de café en sus manos y se la entrego.
—Buen día. Gracias, gatita. ¿No estabas con Jason?
La vio resoplar —Necesito tu ayuda. El muy idiota estaba practicando caminar con sus zapatos y ahora traje por los tubos, sobre el invernadero. —Sus sentidos se dispararon y sin escuchar más, corrió hacia allí.
Un Jason de once años se encontraba allí, envuelto aun en el traje que Selina le había regalado para su cumpleaños, conmemorándolo como oficialmente, su ayudante, Stray. Pero eso no era lo importante. El menor simplemente se puso tenso mientras limpiaba el suelo con un trapeador —Pam... yo... yo lo siento. De verdad, yo no quería–
—Silencio. Vamos. —Dejo la taza a un lado y lo agarró del brazo, llevándolo directamente a la tina —Desnúdate. —Fue a su laboratorio y tomo unos cuantos diales, que luego puso en la misma tina con algo de agua. Jason se estaba terminando por deshacer de su capucha con orejas para cuando ella lo sentó y empezó a empapar con ello.
—¿Qué sucede? —La nueva voz le hizo girar; Harl frotaba uno de sus ojos mientras bostezaba — ¿Por qué bañas a Jay Jay?
—Cayó sobre la mesa de trabajo de Ivy. —Selina apareció de igual forma, viéndoles. Cuando la pelirroja regreso la vista, vio como el menor se sonrojaba y trataba de encogerse por sí mismo.
Sí, estaba avergonzado de que lo estuviesen viendo literalmente desnudo —Y está cubierto de estás.
—¡Oh! ¿Tal vez haya caído sobre los venenos?
—¿De nuevo el tema de venenos?
—¡¿Caí sobre veneno?! ¡Pam! ¡Paaaam, ayúdame!
—Oh, parece un gatito llorón así.
—Tal vez muera.
—¡No quiero morir! —El niño lloriqueo ante lo dicho y eso desespero a la herbolará. Sus amigas no estaban ayudando.
—Si no dejas de llorar, vas a morir. Así que, cállate y déjame hacer mi trabajo. —Aquello detuvo al menor, quien mordió su propio labio. Así que prosiguió con el baño. Era como una de sus tantas mañanas con todo ese circo.
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❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟
Novela JuvenilAU;Werewolves. Los Grayson eran una familia casi desconocida, extraña y curiosa, sin duda alguna. Dick Grayson posee un secreto, que solo otros tres lo comparten. Su lobo exige cosas, y desea más. Y la aparición de un viejo enemigo de la ciudad, ap...