Ella Si |Valentino Rossi|

Cambio de planes.

Una vez en Milán y con la mente más desordenada que antes decidí tomarme unas vacaciones, aclaró que fue idea de Carla.

C- Nos vamos a Nueva York!.- daba palmaditas.- es genial, piénsalo, chicos, fiestas, somos jóvenes, hermosas y estamos solteras... bueno no sé si decir que TÚ estás soltera.- dijo remarcando el "tu".-

M- Si, lo estoy.- dije no muy segura.

C- AJA claro!.- reímos.- ¿Donde esta ahora?

M- Debe estar saliendo para Malasia, tiene GP este fin de semana.- Segui acomodando mi ropa de invierno en la maleta, Carla no dejaba de mirarme pensativa .- ¿Que tanto me miras?

C - ¿Quieres cambiar el destino?.- pregunto un poco juguetona.- No conozco malasia...

M- Ya le dije que era una despedida!, ahora no puedo volver como si nada!... ¿que se supone que le diga?, ¿Hola, si vine a verte pero no te voy a perdonar, ahora ve y gana que me hace mucha ilusión?.- Carla se partía de risa.

C- No si yo decía ya, que a ti te falla tia. No hace falta presentarte con el, vas directo donde este Uccio o Luca...

M- Eres idiota, Uccio y Luca están las venti cuatro horas con Valentino!

C- Tu eres la idiota, ya lo sé, es la idea, "no vas a verlo a él" .- hizo comillas con los dedos.

M- ¿Y que ganó yo?, cuando me fui de su casa, te recuerdo, que fui yo la que le dije que era una despedida, te recuerdo, que no lo voy a perdonar, ahora cuanta... ¿Que ganó yo?

C - Te mueres por verlo, deja de hacerte la ofendida.-dijo enojada y se fue de la habitación dejándome sola con mis ideas.

Sé que ella solo quiere lo mejor para mí, me cuesta todo este asunto.

Baje a la cocina y Carla estaba haciendo algo que olía muy muy mal. No era una chef precisamente pero algo es algo.
Me senté en uno de los bancos del desayunador.

M- Sé perfectamente que todavía lo amo, lo extraño, lo necesito. Pero me hizo mucho mal y no quiero perdonarlo.

C- Te estás haciendo daño tu solita, tu puto orgullo no deja que seas feliz, haber, yo no digo que no sea un idiota por serte infiel, pero tengo claro que te ama y que está arrepentido, Martina, te ama.- La mire triste. Tenía razón.- No va a esperarte toda la vida, se va a cansar.

Cambio de planes y de billetes de avión.
Malasia allí voy.