❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟

XXI

JASON

"Esto es incómodo..."

La situación lo ameritaba. Estaba allí, sentado en el suelo, siendo observado por los seis ojos de esas mujeres. Hizo una mueca y se removió, apartando la mirada para ver a una de las pequeñas ventanas del almacén, que solo daban a otra pared continua. Entonces vio como un gato más, aparecía por esta, maullando casi de manera desesperada, hasta llegar a él y acurrucarse —Entonces... ¿Crees que por eso ahora todos los animales le siguen?

—No veo de otra. Mis químicos se mezclaron. Habiendo algunos estimulantes... ya me entiendes.

— Pero... ¿Por qué afecta a los animales?

—Un tipo trato de jalarlo a su auto cuando fuimos al centro comercial.

—Son animales cariño, animales. —Pamela apretó la mano de la rubia y soltó un suspiro — ¿Otro baño?

—¡Estoy harto de esos baños! —Los gatos maullaron, en total seis, al mismo tiempo que reacciono, enojado. Todo había iniciado cuando fue a la tienda a conseguir pan, siendo perseguido por tres perros; Selina lo había salvado ante eso ya que no deseaba lanzar su preciado alimento y trepar por alguna de las paredes. Pero luego ocurrió lo dicho por Harley, tuvo que golpear al tipo en las pelotas para huir en busca de la rubia quien estaba de compras.

Y Pamela... seguía insistiendo con bañarlo con su sinfín de plantas y sustancias casi viscosas.

—No podré llevarte conmigo a robar sí llamas la atención así, Stray. —El niño formo un puchero. Amaba las salidas con Catwoman, aun cuando se hacía llamar Stray. Y era divertido ver como la fémina luchaba o jugaba con Batman, mientras él se encargaba del verdadero trabajo sucio y desaparecía. Era cauteloso, sin duda alguna. Aunque... sinceramente había esperado ver a aquel chico que se decía llamar Robin.

—Encontré una fórmula para acentuar el aroma. Tal vez así podamos bajar la intensidad.

—Pero no quiero tenerlo más.

—¿Y si lo usamos para atraer personas y así darles su merecido? —La arlequín dijo emocionada, ganándose una mirada contendiente por parte suya. Al demonio que no.

—Mirarlo de esta manera, Jason. Sí logro acentuarla, podrías hacer lo que yo misma hago con hombres y mujeres. —La rubia hizo una mueca y Selina abrió su boca, para luego reír bajo.

—¿Envenenarlos con tus labios? No gracias, eso es asqueroso. Besar es asqueroso. —Hizo un sonido de vómito, que hizo que las mujeres se apretaran más contra el sofá.

—No me refiero a eso... me refiero a... hipnotizarlos. —Elevó una de sus cejas sin entender —Um. ¿Has visto como juega Selina con Batman?

—Le coquetea. Es una, inapropiada.

—¡¿Disculpa?!

—Deberíamos dejarle de dar libros, dice muchas palabras. —Les saco la lengua.

Pamela chasqueo —No tengo paciencia para esto.

—Lo que Pam desea decir, Stray. Imagina las posibilidades de que puedas salir conmigo o por tu propia cuenta y puedas seducir a los otros u otras, para que hagan lo que tú digas y quieras.

—Así cualquiera ignoraría la horrenda marca en tu mejilla; y podrías dejar de usar ese pañuelo.

—Sí no quiero besar, menos seducir. —Hizo un mohín, sintiendo claramente molestia al comentario. Él también odiaba esa cicatriz.

—Eres un niño, aun no lo entiendes. —Las tres resoplaron cansadas. Él se encogió de hombros y se puso de pie. 

—Iré a leer. —Y con eso se retiró.

Toc toc toc.

—No tenemos puerta, solo corre la cortina.

—Pam...

—¿Sí, Jay?

—No lo digas, pero... ¿Podrías darme ese baño? —La herbolará dejo de leer de aquella revista mientras la rubia se pintaba las uñas. Tras el niño ahora había en total once gatos y al parecer, habían logrado arañarle.

RICHARD

Su nuevo traje estaba listo. Había tomado partes de las características del traje que una vez uso el Nightwing kriptoniano, y las modifico a su gusto. Adiós a la capa, botas en punta y los colores verde y amarillo. Y hola al traje azul con distintivas figuras de otros colores que combinaban.

—Me gusta el cuello y que hayas dejado algo de tu pecho al aire. Se ve, muy sexy. —Susurro su novia mientras lo rodeaba y luego le abrazaba.

Sonrió, solo debía de aparecer las próximas misiones así y el mundo vería a Nightwing surgir. Y claro, ya estaba sopesando la idea de mudarse con la alíen a Blüdhaven. Ya era hora que tuvieran su propio espacio.