¿Matryoska?

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Había una vez un niño de unos 12 años de edad el cual se llamaba Miguel y estaba aburrido de hacer todos los días lo mismo:
1.-Levantarse
2.-Ir a la escuela
3.-Comer
4.-Hacer tarea
5.-Dormir
Excepto los jueves, ya que siempre se dirigía a una carpintería vieja y abandonada.

Uno de tantos jueves una fuerte lluvia evito que Miguel pudiera ir a su casa, por lo que se durmió.

Al despertarse se encontró con una niña muy linda y tierna lo que provoco que al instante se sonrojara y comenzó a pensar en la futura relación que podrían tener.

La niña se intentaba comunicar con Miguel pero la voz no le salia así que intento con otros medios...no muy usuales:
Invoco a su hermana
Cuando su hermana llego, le preguntó  el por qué se había escapado de la casa.

—¿Así que es aquí donde vienes todos los jueves?—Preguntó la hermana de la niña—¿Por qué no puedes hablar?—La niña solo levanto sus hombros en señal de no saber—Necesitamos la ayuda de Trioska

—Eh...¿Quiénes son ustedes? ¿Quién es Trioska? ¡¿Como hacen eso?!—Expreso Miguel

—Hablas mucho es un milagro que tu lengua no se haya caído— Dijo algo arrogante. Suspiró — Veras yo soy Oska y venimos de un mundo alterno. Solo podemos visitar este mundo con el permiso de algún superior, cuando salimos sin permiso, uno de nuestros sentidos es arrebatado...en su caso la voz y como Ka es la más menor de nosotras, nosotras venimos a buscarla por ordenes de Matrioska.

"Venimos..." Pensó Miguel
—¿Tú y quién más?—Decidió preguntar

—Trioska y yo...pero no ha llega...

—¡Oska!—Apareció Trioska interrumpiendo la frase de Oska—¿Dónde esta Ka?—Pronuncio algo alterada buscando a Ka con la mirada.

Ka se escondía atrás de Miguel haciendo que este se sonrojara y se pusiera más nervioso

—¡Tenemos que irnos!—Dijo Oska

—¡Ya recupere mi voz! Gracias— Agradeció Ka—Tenemos que irnos—Repitió

¡Espera!— Miguel se dirigió a Ka pues era la única ya que Trioska y Oska se habían retirado—Llevame contigo...

—Lo siento pero los niños no podemos transportar gente a nuestro mundo—Sonrió y se fue
Entonces Miguel se dio cuenta de que la niña tierna y hermosa era realmente un niño...del que se había enamorado.

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