Sal de mi mente.

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Estoy en un bosque,un bosque inmenso y aterrador en una noche oscura y fría,el único sonido que me acompaña es el movimiento de los árboles al cómpas del viento y el canto de los grillos.
De la nada una lechuza pasa volando sobre mí y logra golpearme con una de sus alas.
Comienzo a caminar y me doy cuenta de que estoy en piyama y con los pies descalzos.
-¿Cómo llegué aquí?-Me pregunto asustado y confundido.
Escúcho pasos detrás de mí y el sonido de ramas rompiéndose,entonces el miedo me llena,mi corazón comienza a latir con tanta fuerza que casi puedo escucharlo,empiezo a temblar y me pregunto si es por el frío que en ese momento siento o por el miedo que me ataca,tengo la boca seca y la respiración agitada;y sin siquiera pensarlo comienzo a correr hacía el norte,corro por impulso de supervivencia,pero no sé ni a dónde voy,sigo corriendo hasta que una piedra me lastima el pie y caigo al suelo. De mi pie brota sangre roja y espesa,comienzo a marearme.Ahora sí estoy realmente asustado y la desesperación se apodera de mí,el dolor que siento en la herida que me ha dejado la piedra no me ayuda en nada.Todo está muy mal.
Los pasos se hacen cada vez más fuertes y los siento cerca,cierro los ojos con fuerza y...

-¿Otra vez con pesadillas?-Me dijó Miceth con su tierna voz y sus grandes ojos.-Tienes suerte de que estuviera aquí para despertarte.
Solo la miraba con confusión.
-¿Por qué me miras así?No soy un fantasma-Sonrió,y por alguna razón yo también lo hice.
-¿Qué haces aquí?-Le pregunté levantando una ceja.
-Sentí que me necesitabas y viné enseguida.
Volteé a ver la puerta de mi cuarto y noté que aún tenía el seguro puesto,sin embargo la ventana estaba abierta.El viento lograba levantar la cortina.
-No me digas que entraste por la ventana .-Le dijé disgustado.
-Pues te lo digo¿Por dónde más podría entrar?-Me respondió cruzada de brazos.-Además no tiene nada de malo, hiciste lo mismo para verme antes.
-No es lo mismo,yo soy hombre.
-Qué falta de equidad de género,Matías Eduardo. Nunca lo pensé de ti-Me dijó negando con la cabeza.
-¿De qué hablas?No me refería a eso,Miceth Alejandra.
-Te ves tan adorable enojado y diciendo mi nombre de esa forma- Dijó riendo.
-¿Adorable?Mira quién habla,eh.
-¿Dejarías que durmiera esta noche contigo?-Me preguntó sin una pizca de perversión.
Sabía que lo hacía sin ninguna mala intención porque Miceth era demasiado inocente,pero me resultaba muy extraño escucharla preguntarme eso,seguía sorprendiéndome,y sin pensarlo más, le dijé que sí.
Le hice espacio junto a mí y se recostó,se acomodó sobre mi pecho y yo comenzé a acariciarle el cabello.
-Has cambiado mucho,Matty.-Me susurró.
-También .-Le susurré aún acariciándola.
-Sólo fisicamente,porque sigo siendo la misma.¿Puedo decir lo mismo de ti?-Me miró.
-No lo ...me rompiste el corazón ¿recuerdas?Te fuiste sin decir nada,sin despedirte .Supongo que ...cambié,me volví más duro o no lo .-Dije apartandome un poco de ella.
-¿Aún sigues enojado conmigo por eso?
-Ya no mucho,pero es algo que no olvido.
-¿No me has perdonado?
-Nisiquiera me lo has pedido.
-¿Me perdonas,por favor?-Me dijo con su linda voz mirándome con sus lindos y grandes ojos.
-Así no cuenta, lo hiciste sólo porque yo te lo pedí.
-Eduardo...-Frunciendo las cejas.
-¿Qué?
-Sin duda sigues siendo el mismo niño del que me enamoré.
-¿Niño?¿Acaso no lo sabes?Ya tengo trece,ya no soy más un niño.-Renegué con seriedad.
-Está bien,Matías Eduardo mayor,está bien -Me dijó con sarcasmo.
-¿Matty?-Me dijó después de un par de minutos.
-Dime.
-¿Me extrañaste?
-Como no tienes idea,enana .-La abracé,me abrazó.
-¿Mizzy?
-Dime, mi alto.
-¿Aún me amas?
-Hoy,mañana y siempre.
Ahí estabamos después de todo,tratando de dormir juntos,permaneciendo abrazados,pero no podía ser,no.
Yo no podía volver a caer con ella,no después de lo que me hizó,pero ¿Por qué estaba ahí con ella? ¿Por qué dejé que se quedara?
Desperté.
Todo había sido un sueño.
Estaba tan,pero tan confundido.
Después de parecer que ya la había superado,después de dos años¿la soñé?

Recuérdame.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora