Anywhere Away With You

Las cosas pasar rápidamente como si fueran un borrosa mancha era mi paisaje ahora que lo veo mientras me recargo en tu gran y fuerte espalda, cubierta por esa chaqueta de cuero que tanto te caracteriza al igual que tus lentes de sol que siempre usas cuando manejas a tu "bebe".

Aún recuerdo la primera que te vi así, algo en mi se detuvo y no reaccione hasta unos segundos. Fue justo cuando iba saliendo del autoservicio de 24 horas abierto, estabas recargando en tu moto cargando combustible para esta mientras, te veías, molesto pude sentir de hecho tu mirada molesta aun cuando traías los lentes puestos, me sonroje por que me había quedado ya un momento mirándote fijamente. Salí corriendo con la cara roja de ahí mientras sentía tu mirada detrás de mí.

Esa no fue la única vez que nos vimos, de repente sentí que te veía por todos lados, a veces platicando con un chico pelirrojo, un rubio, un peliplata y un pelinegro. Más bien ellos te hablaban y tú solo les ponías caras y escuchabas las tonterías que hablaban. Pero todas esas veces que pasaba a tu lado con mis amigas podía sentir tu mirada sobre mí y me sonrojaba, mis amigas me hablaban y me decían que ese chico siempre me miraba desde lejos o cuando pasábamos a su lado. A lo lejos los gritos de burla de los chicos y el rugir de una moto sonaba por toda la calle perdiéndose en el horizonte.

La moto paro en un semáforo y mire a una pareja hablando en la parada del autobús, la chica estaba comiendo una paleta y el chico le hablaba. Casi como la primera vez que me hablaste.

Otro día el calor era insoportable, también saliendo del auto servicio con algunas cosas para la cena que se le olvidaron a mi madre. Iba con ropa sencilla para aguantar un poco el calor, sentí el cambio al salir del frio de la tienda al calor. En todo ese momento nunca me di cuenta que tú ya estabas dentro de la tienda, no sé como nunca te vi, no fue hasta que escuche la puerta del establecimiento abrirse de nuevo que escuche una varonil voz hablarme desde atrás, eras tú.

Estabas casi igual que yo, solo que traías tus pesqueros y una camiseta sin mangas, pero con esas gafas de sol tipo aviador que al parecer te gustan mucho. No entendí lo que me quisiste decir hasta que moviste tu mano entregándome una paleta de hielo sabor limón mientras girabas el rostro a otro lado, hablándome con un escueto "Se te olvido en la caja". Yo nunca había escogido ninguna paleta pero fue un bonito gesto, ¿sabes? Con gusto acepte la paleta y te regale una bonita sonrisa al igual que un gracias, tu igual me regalaste una sonrisa que no sabría descifrar bien, pero si pudiera diría que es una sonrisa única que solo tú me has hecho.

La moto se volvió a poner en movimiento y alce la mirada pare ver el camino de adelante, poco a poco dejábamos la ciudad para llegar a donde sea que vayamos en tu "bebe". Oh tu bebe, como puedo no hablar de tu moto.

Desde esa vez del auto servicio nos encontrábamos "casualmente" mas, cuando iba de regreso a casa después de salir de clases, cuando iba al autoservicio o cuando salía a otras partes con mis amigas, hasta que otra vez tú tomaste la iniciativa y una vez que salí tarde de clases ahí estabas tú con tu chaqueta y los brazos cruzados mientras te recargabas en tu moto. Aun no sabía ni tu nombre pero esa vez me dijiste que si no quería que me llevaras a casa, que ya era muy tarde para que estuviera a estas horas de la noche. Algo en mi dudo, pero tenías la mejillas algo sonrojadas como si te hubiera costado decirme eso y me dio algo de confianza, acepte solo si me decías tu nombre.

Giraste y te subiste a tu moto mientras me dabas un casco. Bakugou Katsuki escuche y me sonroje, tu voz sonaba tan varonil y si pudiera haber apreciado mejor, con algo de nerviosismo. Acepte tomando el casco y colocándomelo y me subí con cuidado en la moto, nunca me había subido a una y esto me daba algo de emoción y temor, como todo lo que haces por primera vez.