-!Marley!, ¿donde estas?-.un desesperado Ross llamaba a su hermana .
Ya había pasado media hora desde que decidieron jugar a las escondidas y Marley no aparecía,aunque no le parecía muy raro que no lograra encontrarla,siempre fue buena en esconderse en los lugares mas extraños que se podían encontrar en esa gigante mansión.
Estaba por ir a la cocina a buscar algo para comer y así darle a entender a su hermana que se rendía, cuando escucho un ruido de algún objeto calleándose en la planta de arriba. Rápidamente salio corriendo lo mas rápido que sus pequeñas piernas le permitían
Tratando de que su respiración volviera a la normalidad, dio pequeños pasos hacia la habitación donde provino el ruido
Tomo el pomo de la puerta y la abrió lentamente
Puso apenas un pie en la habitación pero sintió a un elefante colgarse de su espalda,asustado volteo a ver quien era,pero solo era su hermana
-Marley-la miro mal-donde vuelvas a asustarme de esa manera le digo a mis papas que no te dejen ir el sábado a la fiesta de Amy-.
Marley asustada se bajo rápidamente de la espalda de su hermano y lo miro con esa mirada que nunca falla
-Ross-con los ojos aguosos lo miro-no le digas a mis papas-.
Antes de que Ross pudiera responder,sonó el timbre,provocando que los dos se sobresaltaran y corrieran escaleras abajo creyendo que eran sus papas
Que decepción se llevaron al ver que tan solo era un señor, que ninguno de los dos conocía
Ross bufo de mala gana antes de cerrar la puerta en la cara del desconocido
de nuevo sonó el timbre.
pero esta vez ninguno de los dos había abierto la puerta,y ya no solo estaba un señor,habían tres personas con pasamontañas en las cabeza,corpulentas y muy altas.
-lamento informarles niños,pero sus padres se han muerto-dijo el único hombre que no traía pasamontañas.
Antes de que pudieran procesar las crueles palabras de ese señor,el hizo una rara seña a sus hombres para que entraran y cogieran a los niños,quienes trataron de defenderse pero la fuerza de esos hombres era mucho mayor a la de ellos.
Les colocaron unos trapos que olían bastante raro,y que hicieron que en segundos los dos quedaran inconscientes .
Y sin tener la menor idea del porque de todo esto.
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APRENDER A PERDER
Teen Fictionlos hermanos Gray tienen una vida perfecta, sin preocupaciones Hasta que una chica llega a su casa a ponerles el mundo patas arribas