Me diviertes

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"Y nadie nunca creerá lo rota que estoy".

Era lunes nuevamente, genial.
Hice toda mi rutina y salí de mi casa para ir a mi infierno.

En toda la semana Alice y Christopher no se alejaban de mi, son demasiado agradables y a veces me duele no poder ser así con ellos, no se me da hacer amigos y ahora que ellos están conmigo no sé cómo tratarlos.

Aparte de eso, Joel y Alison no se me acercaban a mí para nada y ni siquiera me miraban, solo me pasaban de largo.
Y agradecía que eso pasara, por primera no sentía miedo aunque por otra parte sé, que eso no durará mucho.

-A ver ya, confiesa -insistió una vez más Alice.

El día de hoy no vino nuestro maestro de la primera hora, por lo tanto Alice me sacaba plática de distintos temas e insistía por saber si alguien me gustaba.

-No me gusta nadie.

-Claro, claro y yo soy novia de Zayn Malik -rodó los ojos.

-No sabía que esa era la identidad secreta de Chris -desvie mi mirada y ella rió.

-Bueno ya, dime, siempre va haber alguien que te atraiga y eso no se puede evitar ¿O me vas a negar eso? -maldición, tiene toda la boca llena de razón.

-Esta bien, si hay alguien que me gusta -comencé a jugar con mis dedos, no estaba segura si decirle la verdad o inventar a un personaje falso.

-¿Y quién es? -me miró fijamente.

-Joel Pimentel -dije en un susurro, sentí pena al confesarlo. Soy demasiado honesta.

-¿Y?

-Y ¿Qué?

-¿Por qué no le hablas? -dijo un tanto emocionada.

-Porque... -mordí mi labio intentando contener el llanto, no quería soltarme a llorar en frente de ella al recordar las razones por las que no lo hago o porque él no se acercaría a mí. -No lo sé, simplemente no.

-Eres tímida ¿Cierto? -me miró con ternura.

-Sí, si, eso... -baje mi mirada.

-¿Y que te... -la interrumpí.

-Bueno, basta de mí. ¿Qué hay de ti? -mi vida no era nada interesante.

-Bueno, tengo 17 años, casi cumplo 18, me gusta mucho bailar, tocó el piano -hizo una pausa para hacerme una pregunta. -¿Tú sabes tocar algún instrumento?

-En la secundaria en la que estaba daban cursos de música, a mi me llamaba mucho la atención tocar el violín y aprendí a tocarlo, pero no tengo violín. Y si, sé que te preguntarás como aprendí si no tengo uno, había un chico que me prestaba el suyo para que yo aprendiera mientras el aprendía a tocar guitarra.

-Oh, entiendo -asintió.

-Continua

-Me gusta la saga de Crepúsculo, me gusta mucho escribir, mi género de música favorito es el pop en inglés, alternativas, un poco la música country y... Creo que ya -soltó una pequeña risita.

Se nos fue la primera hora platicando de cualquier cosa, la verdad que esta chica es muy agradable y no sé... de alguna u otra forma me transmitía confianza, debía aceptarlo.

Después pasaron otras 2 clases para que llegara el descanso, Alice esta vez no estuvo conmigo, pues tuvo que buscar a Christopher para quién sabe que.

Iba a caminar hacia el baño cuando sentí que alguien me tomó del brazo, jaló de él y me estampó en la pared.

-Hola tarada -dijo Joel a centímetros de mi cara

-Por favor, no me lastimes -dije en un susurro casi audible.

-Oh no, no voy a lastimarte tarada -solo quería saludarte -sonrió falsamente.

Yo me quedé en silencio con mi mirada en un punto fijo en el suelo.
No soy capaz de mirarlo a los ojos.

-Me di cuenta que ahora tienes nuevos amigos, tarada ¿No es así? -yo seguía en silencio, si articulaba una sola palabra, no tardaría en romper en llanto -¡Responde! -gritó en mi cara.

-S... sí -comencé a tartamudear y el miedo se apoderó de mí rápidamente.

El de la nada comenzó a reír a carcajadas, de seguro mi cara de miedo le causaba mucha gracia. Si, es era.

-Me mata de risa verte asustada, tan inútil e indefensa -dijo entre risas.

Levanté mi vista y rápido mis ojos se llenaron de lágrimas, no entiendo porque Pimentel me molesta a diario.
Sé que soy un error, soy patética, una chica frágil que siempre trata de estar bien y mostrarse fuerte, una chica con demasiados problemas... y de pronto llega un chico que le atrae, pero ese chico resulta ser todo un infierno para ella y que sólo se encarga en undirla aún más sin alguna razón.

-¿Por qué me molestas? Yo no te he hecho nada -preguntó ella tan inocente entre sollozos.

-Porque me diviertes -dijo el tan altanero. -No sé... es divertido verte asustada, saber que eres una inútil, una indefensa, que tiemblas cada vez que me ves y no puedas hacer nada para defenderte -hizo un puchero en forma de burla. -Y también es divertido saber que yo te gusto y te la vives imaginando que yo algún día saldré contigo, pero la verdad es que una chica como tú me da asco, antes muerto que salir contigo. Lo sabes ¿cierto? -la miró con asco.

Ella lo sabía perfectamente.
Esas palabras fueron como una daga en su corazón, pero su atracción hacía él la cegaban, creyendo que el algún día cambiaría y le prestaría atención lo cual era una estupidez.

-Sí, lo sé... -respondió entre sollozos.

Chica Suicida - Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora