Amo odiarte | Akashi Seijuro

35 - Tomorrow

Agarrados de los brazos, codo a codo, Akane y Yukio salían del ya vacío estadio. El atardecer detrás de un hermoso ocaso convertían a la ciudad en una obra de arte.

Siempre fue escenario favorito de Inoue, para cualquier cosa; despedidas, reencuentros, momentos románticos, etcétera.

— ¿Te acompaño a tu hotel o vuelves a Kyoto?

— Me quedaré un día más para ver la final de la Winter Cup, así que... ¿Me prestas alojamiento?

— ¿Cómo? ¿Qué?

El azabache la miró con cierto desconcierto mientras ella sonreía como una niña pidiendo que le cumplan su capricho.

— Si, es que, verás... Mi equipo ya regresó a Kyoto y las preliminares terminaron, por lo que ya no cuento con hospedaje. Yo prácticamente me quedé sola aquí para ver su torneo. Y además Kanagawa está mucho más cerca ¡Di que si!

La cara de cachorro de Inoue no funcionaba con Kasamatsu pero aún así intentaba usarla para convencerlo.

— ¿No piensas hablar con tus padres? Te recuerdo que tienes una casa al lado de la mía.

Inoue no sabía si sentirse decepcionada o no por aquella pregunta. Lo peor era que sabía que Yukio estaba siendo totalmente serio.

Detuvo su andar, llamando así su atención.

— Quiero mires más allá de mi heterocromia. Quiero creer que te has dado cuenta que hace rato he sido cien por cierto yo misma con esto. Así que créeme si te digo que a ésta altura, yo no tengo padres.

Yukio sintió un escalofrío recorrer su espalda, porque tal así vio sus pupilas bicolor siendo totalmente honestas, con un gramo de odio en ellas al hablar de sus progenitores.

— Akane esto no está bien. Y no me vengas con que tu estás bien sólo porque tu maldito orgullo lo puede todo.

« Contrólate, tienes que controlarte. »

  — Yuu... — bajó la mirada — Puedes llamarlo orgullo o resentimiento, o lo que quieras, pero no pienso volver a la casa de mis padres. No estoy sola, Kei se mantiene fiel a mi lado y me ayuda en cualquier cosa que necesite. También sé que te tengo a ti, no necesito nada más.

Yukio lo meditó unos segundos, recordando lo que ella le había contado cuando sus padres fueron a buscarla a Kyoto. Eso fue suficiente para entenderla y volver a tomar bronca de aquella situación.

— Lo siento, tienes mi apoyo en lo que sea.

Inoue sintió un gran alivio y agradecimiento por la comprensión de su amigo.

— Pero ¿Acaso piensas seguir viviendo con Akashi Seijuro?

Inoue tragó saliva con pesadez. Ya no podía seguir ocultándole lo que realmente estaba pasando ¿cierto? no luego del momento de sinceridad que habían tenido minutos atrás.

— Yo hace semanas que abandoné su casa.

Yukio abrió tanto sus ojos como su boca confundido. Inmediatamente quiso empezar con el interrogatorio, pero guardó silencio al ver que ella no había terminado.