CAPITULO 47

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Me despierto y miro la hora. Son las diez, pero es fin de semana gracias a Dios. Ayer me puse muy nerviosa con la situación, me asusta un montón que llegaran a pelearse ellos dos. No por favor. Eso no. Me mataría. Menos mal que lo pude evitar a tiempo, estoy orgullosa de mí por eso al menos. Porque estaban en un punto en el que era muy difícil que recularan. Miro el móvil, tengo cinco llamadas perdidas, ¿Qué demonios? Una de Laya, dos de Vicky, otra de Luna y una última de Alya. ¿Qué coño ha pasado ahora? Es que no tengo ni un descanso, parece que todo pasa a la vez. Laya me llamó anoche, es evidente para qué. Pero ¿Vicky? Me llamó de madrugada. Cojo el móvil y la llamo pero salta el buzón, que raro. Llamo a Luna y me lo coge.

-Tía- me saluda-.

-¿Qué ha pasado?

-Mejor que te vengas.

-¿A dónde?

-Al hospital. Estamos todas.

-Qué temprano, tía.

-Lo entenderás cuando lo veas.

Me visto con unos pantalones vaqueros y una blusa negra, recogiéndome el pelo en un moño alto. Llego al hospital a las once menos cuarto y al abrir la puerta de la habitación todas las miradas se posan en mí. Miro a Vicky, que está sentada en la camilla con mala cara.

-Dios, me estáis preocupando- exclamo-.

-¿Recuerdas cuando nos contaste que Mark fue echado del hospital el otro día?- me dice Luna-.

-Sí, pero Vicky no sabía eso- la miro- no tiene que estar preocupándose ahora, tía.

-Se lo tuvimos que decir- interviene Alya- porque anoche ocurrió de nuevo.

-¿Qué?

-Mark se consiguió meter en la habitación esta vez, vino de madrugada. Serían las tres o cuatro- añade Ster-.

Miro a Vicky, se está sujetando el puente de la nariz. No me lo puedo creer.

-¿Cómo lo consiguió? ¿Quién lo sacó? ¿Quién lo vio? ¿Hizo algo o qué?- insisto-.

-Lo pilló Vicky porque la despertó y al final entre los gritos, los enfermeros lo pillaron y lo echaron. Pero es la segunda vez que pasa y ésta vez consiguió entrar porque la guardia de noche es menor- explica Luna-.

-¿Pero para qué? ¿Qué coño hizo?

-Creo que no me quería despertar, quería que supiera que estuvo ahí para asustarme, escribiéndome su nombre en el antebrazo. Pero me despertó haciéndolo- continúa Vicky, mostrando las palabras, me froto la cara para concentrarme-.

-Cuando vino a verme- miro a Vicky, parece que también se lo contaron, menos mal- dijo que seguías siendo suya hasta que él lo dijese, no tú. Como que te habías creído de más.

-Pero ¿Para qué coño se ha empeñado en ella? ¿Por qué no pasa página?- pregunta Luna-.

-Es un puto maltratador, obsesionado con su víctima- dice Alya-.

-Yo no soy víctima de nadie. Obsesionado con su ex pareja, que es lo que suele pasar con los maltratadores- protesta Vicky-.

-¿Y cómo coño arreglamos esto?- pregunto-.

-Llamamos a la policía, van a poner vigilancia en la puerta pero lo más importante es cortarlo de raíz. Hay que pararle las piernas, Vicky no va a estar encerrada aquí para siempre y no va a salir con miedo- dice Luna-.

-Tenemos que ver cómo lo conseguimos, porque la policía siempre se muestra incompetente en estos casos, loco. Van a decir que no es suficiente para arrestarlo, y es menor. Putada- reflexiona Alya-.

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora