I

25 4 1
                                    


¿Alguna vez has recorrido un camino que, en un momento tal vez inesperado... se divide de pronto y pasas de tener un camino a tener dos? Dos caminos a elegir. Dos senderos distintos que esperan por tu elección.   

Uno es el sendero llamado rendición total . Un camino en verdad espacioso para recorrer; un sendero libre de deberes y dolores. El sendero soñado para todo chico o chica que desee seguir caminando de la mano de soltería. 

Una vez adentro, no existen celos - y si los hay, la verdad no afectan en nada tu caminar; una vez adentro de ese túnel, eres libre de reglas. Puedes admirar o echarle el ojo a quien quieras, siendo sabio e íntegro al hacerlo, claro está. Ser inquilino de rendición total no significa ser un vago que anda sin rumbo ni un vil ladrón que se lleva a quien es pretendida por otro. Significa estar libre de peleas, discusiones, malos entendidos, y otros dilemas propios del otro túnel y sendero llamado entrega incondicional.

Este segundo camino, aunque un poco estrecho, promete ofertas interesantes: nada de coqueteo a nadie que no sea tu otra mitad; ningún guiño a alguien prohibida; no hay más opciones a considerar: tu mirada puesta está en quien decidiste por siempre amar. Eso, si elegiste esta ruta que a muchos asusta. 

A decir verdad... sería tan fácil; solo tengo que empacar mis cosas y entrar. Nadie me diría nada - y eso no significa que haría lo que se me viniera en gana - y viviría tranquilo sin rendirle cuentas a nadie. Sólo fidelidad al Señor, creador de todo... mi Padre y amigo.  Todo lo que debo hacer, es caminar con destino a una vida sin mucho compromiso. Sería tan simple... pero no. 

     He tomado una decisión.

 Y aunque estoy un poco afectado por haber sido un morador novato de entrega incondicional - alguien que caminó solo escasos metros por este túnel; alguien que no estaba preparado para las exigencias de este camino, pero que aun así quiso recorrerlo - , he decidido avisarle a mis pies que continúen caminando, poco a poco y con calma, sin prisa, por este camino. Dejando el camino que carece de retos reales estoy. Sin nada qué perder, de ti rendición total, me voy. 

     No sé si vuelva a ti, pero no quiero pensar en ello. Lo que quiero, es lo que he decidido: caminar, sin mirar atrás - sabiendo que no gano nada al hacerlo - y esperar el resultado final.

     A pesar de todo... algo me dice que este camino... puede ser bueno. Que esta vez... será la vencida.

     Además, y hasta donde sé... no estoy solo en esto.


Dos caminos... una elecciónWhere stories live. Discover now