Sin ti no puede estar tan mal

Fake idol

Harta de lo idiota que es mi escuela, las tontas niñas, que siempre me escriben "gorda, fea, zorra..." en las redes sociales, me he creado otra cuenta, esa donde quiero ser libre, donde esas chicas no me insulten, donde mis padres no me reprochen por escribir que me gusta algo de origen asiático, donde tenga amigos de todo el mundo con mis mismos gustos, problemas y podamos solucionarlos.

Por supuesto, no pondré mi nombre real, ni mi foto real, será como hacer un rol anime, interpretar un personaje favorito, salir un rato de la realidad.

Lo he conseguido, he hecho amigos con los mismos problemas que yo, hasta decimos que somos familia de diferente madre de otro país, ja ja ja.

Con el tiempo, esa cuenta comenzó a crecer con más contactos y muchas cosas locas, al grado de ser una "idol" en anonimato, pues jamás mostraba mi detestable cara.

Un día, después de ver un maratón de una serie anime, con mi tarea terminada, y mi aburrimiento hasta lo cielos, decidí hacer algo que nunca pensé: maquillarme. Claro, cuando entre a la preparatoria habrá chicas con mejillas rosadas, sombra en los ojos, delineado perfecto, lindas pestañas, debo de practicar, al menos para verme presentable.

Primer intento: me tardé 3 horas tan sólo para aplicar rímel de pestañas. Resultado: un ojo rojo e irritado de tantas veces que me piqué accidentalmente con el cepillo, pestañas con grumos.

Segundo intento: Base de maquillaje 3 tonos más oscura que yo, sí, oscura, parecía que me había hecho un mal bronceado, por lo menos las pestañas no se ven tan horribles.

Tercer intento: Base de maquillaje 3 tonos más oscura que yo, pero mejor aplicada, unas pestañas largas como de muñeca, un brillo de labios barato mal pintado hasta pintar mi diente chueco.

Cuarto intento: Perfecto, al menos me tardé 2 horas haciendo todo esto. Me miraba al espejo y sin querer en mi mente pasó un pensamiento "qué linda" y me sonreí, tomé mi celular y tomé varias selfies para probar cómo me veía.

Me apresuré a quitarme el maquillaje, pues mis padres detestan que sea una señorita, con la cara pintada.

"¿Cúando conoceremos a la gran chica otaku...?"

"Apuesto que eres muy linda"

"Si tan sólo te mostraras, no seas tímida"

Así muchos mensajes y comentarios, al revisar mi galería las más de 50 fotos que me tomé, me decidí hacer mi "gran aparición" una foto mía con una pose extraña. Espero sus reacciones, ojalá no sean insultos como lo hacen las chicas de mi escuela.

-3 likes, 10 likes, ¡Oh por Dios! 50 likes en una hora! Siempre obtengo 20 en una hora en una publicación normal.

Esto comenzó a hacerse adictivo, gente de otro mundo que le gusta mi "máscara", me quieren como soy.

Obsesión por la aceptación de los desconocidos, hacían sentirme menos rechazada y mi popularidad comenzaba a aumentar. Me maquillaba llegando a la escuela, tomaba unas cuantas selfies, subía una foto con una frase en japonés y me desmaquillaba, amaba el sonido cada minuto de mi celular, cuando alguien me comentaba algo lindo. Soy una idol.

Todo era perfecto, hasta que cierto día mi madre llegó temprano de trabajar y me descubrió entrando a mi habitación con todo un arsenal de maquillaje y yo.

- ¿Qué es esto?

-MAMÁ!!!! Pensé que llegarías más tarde...

-Cállate- se acercó y me dio una bofetada- No puedes maquilarte, tú lo que debes hacer es leer un libro, ponerte a estudiar para la preparatoria.

-No me presiones así, quiero tener tiempo para mí misma.

-Ah, ¿sí? - Mamá tomó todo ese maquillaje barato y lo tiró al suelo con mucha fuerza, haciendo que todo el maquillaje en polvo, se rompiera. -Ahora tienes mucho tiempo, recoge este desastre y ponte a estudiar. ¡AHORA!

Mamá salió de la habitación roja de coraje, cielos, no entiendo por qué se porta así, ni siquiera a la calle salgo así, sé que sin maquillaje soy horrenda, y con maquillaje sólo corrijo imperfecciones, pero sigo siendo yo.

Mis lágrimas caían, mi celular no paraba de sonar, pues subí una foto. Sin saber lo que iba a suceder después.