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Sus manos juntas es lo único que necesitó para darse cuenta.

El enojo, los celos y la impotencia se apoderaron de su cuerpo. Después de todo, ¿qué esperaba? Él jamás se atrevió acercársele de una forma sugerente, ni le contó cómo lo hacía sentir. Simplemente se dio por vencido cuando aceptó sus sentimientos, siempre diciéndose que no tendría oportunidad con él porque nunca lo vería de una manera amorosa, sin embargo, no podía evitar sentir un nudo en la garganta cada vez que algún cliente le coqueteaba; ni que apretara los puños cuando alcanzaba escuchar como lo invitaban a salir.

Y ahora no era diferente, no cuando su corazón parecía marchitarse por el punzante dolor que sintió al contemplar la escena de LuHan y MinSeok tomados de la mano. Un gesto inocente para muchos, pero que él sabía que había algo más, lo veía cuando los ojos de MinSeok contemplaban aquel chico.

Molesto, se dio la vuelta y salió hecho una fiera de la habitación; necesitaba desahogase, encontrar consuelo en brazos ajenos. Algo que había hecho desde hace mucho y que muchas veces le funcionó, sin embargo, había otras tantas donde terminaba aún más sumergido en sus pensamientos y en el hecho de que jamás sería correspondido.

Tan sumergido estaba en sus pensamientos que no se percató del cuerpo que iba en su búsqueda, chocando de lleno contra el pecho de ChanYeol.

—BaekHyun, ¿todo bien?

El mencionado salió de su estupor. Pero no le contestó al mayor, aprovechando la escasa distancia que los separaba, se paró de puntillas y lo tomó de la nuca juntando sus bocas en un beso bruto; ChanYeol apenas reaccionó cuando BaekHyun los introdujo a un cuarto que no era el suyo y que por buena, o mala suerte, no estaba ocupado. De una patada BaekHyun cerró la puerta y siguió besando con pasión los labios del mayor.

ChanYeol estaba impresionado, por decir poco, los labios del chico le estaban nublando sus sentidos y su juicio. No era tan diferente a como cuando besaba alguna chica, los labios de BaekHyun eran delgados y delicados, tenían un sabor rico, adictivo, y casi gimió cuando el chico abrió la boca y sus lenguas hicieron contacto.

Ni siquiera se había dado cuanta que había cerrado los ojos si no fuera porque BaekHyun lo empujó sobre la orilla de la cama y se subió en su regazo, apenas pudo tomar un poco de aire antes de que el menor volviera a tomar posesión de sus labios. Quería detener todo, no era correcto, sin embargo, la pequeña cintura del pelinegro lo calentaba. Siempre fue su debilidad y BaekHyun tenía una figura tan delicada y fina. Antes ya había tenido cuerpos así sobre de él, las chicas en las que normalmente se fijaba eran muy delgadas.

Pero el morbo de saber que el cuerpo no le pertenecía a una chica, sino más bien a un chico, le hacía ponerse duro y que BaekHyun hiciera fricción no ayudaba. De un momento a otro los labios del menor se separaron de los suyos y con una sonrisa ladina se arrodilló frente suyo, con manos rápidas intentado desabrochar su pantalón. ChanYeol no tenía que ser un genio para saber el cometido del chico. Y finalmente el grandote se le enfrió la cabeza y pudo pensar con claridad.

—Hey, alto... espera, BaekHyun —lo detuvo, agarrándole las manos antes de que lograra bajarle los pantalones.

—¿Qué? —preguntó con irritación y viéndolo con el ceño fruncido desde abajo.

—No es correcto que hagamos esto.

—¿Por qué te haces el inocente si ambos sabemos que quieres que lo haga? —sonaba como un niño haciendo berrinche, ChanYeol entonces recordó la edad de BaekHyun, definitivamente no podía permitir que ocurriera aquello, iba contra todo principio suyo y la educación que le habían dado sus padres.

It's not the end of the world. [En Transmisión]Where stories live. Discover now