costumbres de matrimonio

los candados del puente del amor

El péndulo oscilaba de un lado a otro, atrás de él, lejos en el horizonte, se alzaba el imponente estadio de duelos de ciudad Miami. Yuya sonrió melancólico al recordar cuantas veces había estado sentado en la baranda de este puente mirando aquella estructura. La combinación de la soledad, el poco tráfico y el olor a agua salada le relajaban.

Fue sacado de sus pensamientos cuando un par de manos le obstruyeron la visión.

Más allá de asustarse sonrió al escuchar una profunda voz susurrarle al oído "adivina quien es?".

-mmm...veamos...quien puede ser?-dijo siguiéndole el juego mientras pasaba sus manos para atrás y tocaba la cara y el cabello de su "misterioso acompañante".-mmm, tienes el pelo puntiagudo...Yugo eres tú?-

Las manos se quitaron de sus ojos inmediatamente el rostro de su prometido se le apareció por un costado.

-Por qué Yugo vendría a este lugar?-dijo en un tono "enojado", obviamente tratando de tomarle el pelo. Yuya se rió internamente, quién diría que después de años de relación Yuto tomaría gusto por esas bromas.

-Por nada celos locos-Le dijo mientras se daba vuelta para abrazarlo y darle un beso en la mejilla. Pero antes de poder separarse Yuto lo tomó en brazos y juntó sus labios en un tierno beso.

-Por qué no terminamos con esto y te invito a comer?-le dijo el pelinegro mientras le regalaba una dulce sonrisa.

-Me gusta la idea, tienes el candado?-

-si, tienes el marcador?- le contestó mostrándole la pequeña cerradura

-si, hagámoslo- le dijo mientras alzaba el marcador con una sonrisa cómplice.

Después de que Yuya bajara del barandal, ambos escribieron sus nombres y cerraron el candado en uno de los barandales del puente. Luego Yuya besó la llave y se la entregó a Yuto, el pelinegro hizo lo mismo y luego juntó sus manos para besarle los nudillos al pelirrojo quien se sonrojó tenuemente.

-Listo?-

-A las tres-

-Uno-

-Dos-

-Tres- En ese momento juntos lanzaron la llave hacia el río y se quedaron observando el horizonte unos instantes.

-Crees que nos traiga suerte?-comentó Yuto rompiendo el silencio

-No lo se, mis padres lo hicieron y llevan 20 años juntos, así que... tal vez-

-Es suficiente para mi, mejor nos vamos si es que queremos comer algo, tenemos muchas cosas que hacer hoy-

-aaww nunca termina, quien diría que planear una boda sería tan agotador-se quejó mientras se recargaba en su hombro. Yuto solo lo miró enternecido y le besó la frente mientras lo rodeaba con su brazo.

Yuya le devolvió la sonrisa y cruzaron abrazados el puente.