Sonreíste al ver aquello.Justin siempre había sido un detallista contigo y siempre lograba sorprenderte con cada una de sus ideas. Estabas ansiosa por saber qué te tendría preparado y deseabas que pasaran las horas rápido. Se te hicieron eternas pero al fin el reloj marcó menos cuarto, sonreíste sin poder creerte que enya solo faltaban quince minutos para poder ver a Justin y sorprenderlo con tu sorpresita, lo que te hizo recordar cuál sería esa maravillosa idea suya, cuando de pronto una voz te sacó de tus pensamientos. Al girarte una sonrisa iluminó tu cara por completo.
Tú: Mi amor, ¿qué haces aquí? –dijiste abrazando a Justin por el cuello y dejando un beso en sus cálidos labios-
Justin: Te dije que pasaría a recogerte, ¿no? –guiñó un ojo y reíste- Supongo que a Tina no le importará que te vayas un ratito antes… -susurró en tu oído y bajó sus labios a tu cuello-
Tina era tu mejor amiga y compañera, juntas llevaban una pastelería y, desde hacía media hora, no había entrado nadie… Así que en cuento justin le pidió que te dejara salir antes ella aceptó sabiendo que llevabas toda la tarde nerviosa por saber que te había preparado tu chico.
Justin: Gracias Tina –sonrió agradecido-
Tú: Gracias, gracias, gracias –la abrazaste y ella rió-
Tina: Lo hago porque no te has callado en toda la tarde, y enya que justin ha venido expresamente a recogerte… -ampliaste la sonrisa agradeciéndole de nuevo- Pasenlo bien –rió-