Sentía remolinos en todo mi interior, divagaba en lo que estaba bien y mal, lo que debía hacer y lo que no, y besarme con James no estaba bien. Yo tenía novio o lo que sea que fuera Jared. El tenía novia o eso era lo que me había dicho. Ya no sé quién era, esta chica atrevida y que agarra a un chico como si no hubiera nada más en el universo, si, esa no soy yo.
Me alejé unos centímetros para poder preguntarle de sus cambios emocionales cuando escuchamos un ruido en la puerta, inmediatamente nos separamos y nos tensamos los dos.
Entra Malcom con dos oficiales detrás de él y nos observó luego me hizo un gesto que lo siguiera, y así sin más salí de la habitación.
Luego de seguirlo por algunos minutos y por pasadizos muy iluminados llegamos a una puerta roja que decía ÁREA RESTRINGIDA, me llamó la atención y ya me estaba poniendo nerviosa. Sabía que se avecinaba algo pero no tenía idea de qué.
Abrieron la puerta y cuando entramos lo comprendí, se parecía a una sala de cirugía, más común de lo que pensaba.
-Vera, ¿Nos querrás ayudar?- me dijo muy seriamente el comandante.
Miré a los guardias, al doctor que estaba limpiando sus lentes con un pequeño pañuelo y de regreso a Malcom y mi voz salió más como un susurro –Quiero ayudar... ¿pero qué debo hacer?
El doctor se colocó sus lentes y me extendió la mano.-Un placer Vera Cooper, mi nombre es Cristobal y voy a ser el que lleve a cabo la operación.-Se sentó en una silla detrás de un escritorio y me ordenó en el aire que me siente en la silla sobrante lo cual hice.-Mire, hemos conseguido descubrir una manera de alterar las células del cuerpo para convertirlas cada vez más y que no mueran. De allí, equivale a que los órganos y el cerebro se fortalezca permitiendo así vivir por muchos años.
Miré para mi costado y ya no estaba ni el comandante ni los guardias, volví mi atención al doctor y dije –esto quiere decir que quieren probarlo en mí...-estaba sudando, era una idea que no parecía mala en absoluto. Estaba nerviosa por que me dijeran que voy a ser como una anciana con el mismo cuerpo, lo cual sería genial.
-En realidad-meneó la cabeza y comenzó a negar.- no eres la primera, ya lo hemos probado con aproximadamente 100 civiles que viven en esta institución y que llevan viviendo 300 años con el cuerpo de un adulto joven.
-Wow. Espere. ¿Es en serio? ¿Funciona?- me puse de pie para poder caminar en la habitación y pensarlo mejor.
-Es en serio Vera... y si estás de acuerdo podemos hacerlo en este mismo instante.- Se puso de pie colocándose guantes y caminando alrededor del escritorio.
-En realidad preferiría esperar un rato para pensarlo mejor-empecé a retroceder hacia la puerta- y quisiera hablar con alguien al respecto para saber...- abrí la puerta y un guardia me agarró del brazo.
-La situación Vera, es que no podemos esperar más. Tu cuerpo sufre un desgaste avanzado por una enfermedad que no sabías que tenías y por causa de ello lo haremos a la fuerza- hizo señas para que me llevaran hacia la camilla.
Comencé a gritar aun que sabía que sería en vano, pero necesitaba luchar. Su agarre era muy fuerte y no podía ni siquiera intentar aflojarlo. Comencé a llorar y me ataron a la camilla dejándome inmovilizada.-No pueden hacer esto.
-Usted quería ayudar. Pues está ayudando, debería estar contenta por ello.
Me inyectó. Se sentía súper doloroso. Me estaba muriendo o a eso se asemejaba la agonía que estaba padeciendo. De repente empecé a sentir que todas mis extremidades no estaban o las tenía adormecidas, me sentía exhausta y miraba a todos lados de la habitación para ver luces incandescentes y sombras.
Cerré los ojos y me pareció escuchar una voz. –Bienvenida a un nuevo mundo Vera Cooper.
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Diez mil años
Fantasy¿Qué pasaría si todo tu mundo se pone de cabeza? Vera Cooper se enfrentará a todo un mundo nuevo para ella. Pero ¿A qué costo? ¿El apocalipsis? ¿O todo es obra del gobierno?