Incómoda espera

39 4 0
                                    

Dejaron a Haden confiadamente en las manos del papá de Finn que por cierto era el médico general que se encontraba de turno en ese momento. Un tipo alto, moreno y de ojos verdes fuerte, como Finn. Usaba una bata blanca de farmacéutico con un bordado azul en el bolsillo del pecho que ponía: Dr. West. Llevaba el estetoscopio colgado del cuello y una mascarilla de papel. Y tenía exactamente el mismo hoyito que se le formaba a Finn en solo una de sus mejillas cuando sonreía.   

Se sentaron en la sala a esperar que el médico le diagnosticara a Haden lo que ellos ya sabían. El brazo de Finn se encontraba mejor, no podía apoyar ni hacer fuerza pero lo podía mover aunque fuera un poco y ahora tenía todo los huesos en su lugar gracias a Dylan.

―Eh, eso que hiciste... ese salto, con vueltas y cosas ― preguntó Finn invadido por la curiosidad ― y lo de encajarme el brazo... y ¿cómo corres tan rápido?

―¿Qué pasa con eso? ― dijo Dylan sin darle importancia aunque se notaba que hacía eso para aparentar que era algo que hacía todos los días, algo que cualquier persona podía hacer aunque no era así. Se notaba en su expresió, al hacer la pregunta, que Finn había llegado a una parte de su vida que ella no quería mostrar, aunque él no se arrepintió de preguntar.

―Bueno, pues como lo hiciste. Eso no lo hace cualquier persona Dylan ― dijo Finn.

―Ah si eso...Em...Tomaba clases de defensa personal ― respondió Dylan con voz temblorosa

―Ah―Finn asintió resistiendo las ganas de comentar que él también tomaba clases de defensa personal y nunca vio a nadie dar una patada como esa, ni siquiera a su entrenadora. Pero la vio con cara preocupada así que mantuvo la boca cerrada. Y tampoco preguntó por lo del encajamiento del brazo y cómo corría tan rápido

Después de una larga, incómoda y silenciosa espera, el doctor West, el papá de Finn, apareció sin Haden. Les avisó lo que ya sabían: Tenía dos costillas fracturadas completamente por la mitad hacia adentro. Lo iban a operar y se debería quedar la noche a dormir en el hospital y después podría regresar a su casa, así que era mejor que les avisáramos a sus padres.

Finn entró con su papá a la consulta y Dylan se vio obligada a avisarles a sus padres. Partió a la casa de los Harris caminando mientras se preguntaba lo lógico: ¿Cómo es que la familia de Haden no escuchó sus gritos? Él fue asaltado cuando iba saliendo de su casa, justo afuera de la cerca del jardín. Lo suficientemente cerca para escucharlo. Además Dylan y Finn lo habían escuchado a una cuadra de distancia, mucho más de la distancia entre la acera y la casa aunque sin paredes entremedio.

  

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora