Capítulo 1

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Ya han pasado unos cuantos años desde Gravity Falls, ni muchos ni pocos. Hace unas semanas Mabel y yo cumplimos veintiuno. Sé que no viene al caso, pero estudié fotografía — Otras ramas relacionados a esto de igual manera—. Sí lo sé, ¿Dónde quedó el Dipper de doce años? Ese mismo no ha desaparecido, antes deseaba con alma y huesos estar encerrado en un laboratorio, sumido en una quimera existencial para toda mi vida, que al final iba a ser un fraude para mí mismo. 

Ahora, que mencionaré a Mabel puedo decirle la cosa más rara que pasó en estos años, ella, mi hermana, estudió Administración de empresas. Tada. Más anomalías sumadas a esto. Más impresionante, ya tiene dos, y va por la tercera. Yo en cambio, en un giro que no esperaba del todo, terminé yendo hacia fotografía o artes visuales, no muy lejano a ver la belleza de las cosas que nos rodean. O eso creo.

Pero, si soy sincero... Mi mente viaja a antiguos recuerdos, a Gravity Falls. Por más malo me suene admitirlo, desde que nos fuimos en aquel final de vacaciones, no hemos regresado. Cuando aún iba a la secundaria, nos preguntaron a mí y a Mabel que hicimos durante nuestras vacaciones, yo me reí, por mi cabeza pasaban todos los seres místicos que conocí, las cosas aprendidas gracias al tío Ford, el Raromagedón. En Bill que se convirtió en alguien que marcó mi vida para ese entonces... No me arrepiento de haber ido a Gravity Falls. Y si no volvimos fue porque, mamá y papá—Que en paz descansen—, ¿Qué si están muertos? No, claro que no. Pero, para mí ahora solo son dos personas conocidas. Retomando lo que estaba diciendo, ellos dijeron que sería mil veces mejor que esté pegado a un libro de matemáticas, lenguaje, historia o ciencias que a los diarios, y desde allí los dejé en alguna caja. También dijeron que nos iban a apoyar en todo lo que sea necesario, todo, vaya mentira más grande me tragué por años. Nunca les enseñaron cual era el verdadero significado de apoyar, nunca lo supieron. Hipocresía barata.

Si algo es aún más extraño, es que Mabel, ha cambiado. ¡Y alto!, no es nada lo suficientemente malo para que se aloquen y empiecen con sus teorías venáticas. Ahora ella es mucho más centrada y madura, seria y ciertas veces distante, su nivel de seriedad no concuerda con el mío es como si ahora fuéramos dos imanes que se repelen, no hablamos en días por nuestras trabajos que nos mantienen entre papeleos y ocupaciones. La extraño demasiado, aunque no se lo demuestre, ni se lo diga. A veces los hermanos se distancian, cambian y terminan prefiriendo ir por diferentes rumbos.

Ambos somos aliados, y trabajamos en el mismo edificio. Ella se pasea por todos lo pisos como una estricta supervisora. Puede ser muy aterradora para mis empleados según cuentan ellos tal y como leyenda urbana que va de boca en boca. En referencia a mí, voy en el séptimo y último piso. Curioso es, que también vivamos así, ella en el tercer piso y yo en el último, amo el hermoso paisaje que tiene de California, nunca parece ser el mismo.

Extraño a Gravity Falls, a mis tíos. Incluso a Gideon, sí, a Gideon. Quiero volver a ser niño...

Ya que no lo he mencionado desde el inicio de mi tan extensiva narración, les diré que estoy en mi habitación, revisando ciertas cosas que he procrastinado durante unos días. Sinceramente, estoy aburrido y esto se ha vuelto monótono, una reiterada forma de vivir en un bucle infinito de nada interesante.

Todo bastó con una llamada, donde empieza toda la aventura que a veces quisiera no hubiese sucedido.

— Hola, Dipper.— Un cortante saludo de mi hermana, no sé que pasa con nosotros, si me está llamando debe ser algo realmente importante— Sabes, en estos días voy a Gravity Falls, y, ¿Me preguntaba si podríamos ir juntos?— Eso suena tentador, y podría ser el cambio de rutina que necesito.

—No lo sé, Mabel— contesté, dejando la laptop a un lado, para sentarme a la orilla de la cama. Quizá soné tan frío como ella.

— Que animado, mataste el momento.— Ella suspiró tras la línea con desanimo. Ya no hablamos como antes, como cuando éramos adolescentes, No sabemos en que momento nos distanciamos y lo tomamos con naturalidad, sin importarnos que somos hermanos y que nos necesitamos como siempre, somos familia. Uno de esos días de primavera perdimos la chispa que nos hacía misteriomelos. Nos perdimos a nosotros mismos, a cada diminuto detalle que nos hacía ser únicos y especiales. Pedimos nuestra esencia sin notarlo—. Estoy de vacaciones y me gustaría pasarla contigo.

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⏰ Última actualización: Jan 31, 2022 ⏰

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Tomé Una Foto - Billdip. (Realizando Correcciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora