Capitulo 2: Dacio

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Era de día y Alejandra se encontraba tendida en su cama, cuando empezó a despertar.

- Que horrible sueño- dijo cogiéndose el rostro.

Echada empezó a llamar a Emilia. Pasó algunos minutos llamándola pero no escuchaba respuesta hasta que decidió levantarse para ver en donde estaba su novia. La busco por toda la casa pero no estaba. De pronto empezó a sentir una presión en el pecho como si estuvieran mutilándola desde adentro y salió corriendo de la casa llorando... Ya en el exterior, se encontró con lo que pensó que era un sueño. Los hombres mutilados cerca de la cabaña y la cabeza de Emilia que se comenzaba a llenar de gusanos. No era un sueño. Para nada lo era. A pesar de que ella lloraba y pedía al universo que no fuese cierto; De pronto, el odio empezó a bullir dentro de ella y la locura la inundó de nuevo.

- Tranquila amor yo te limpiaré.- dijo la bruja sonriendo sin razón y cargando la cabeza.

La llevo al río y comenzó a lavarla. El rostro de la cabeza palidecía con cada remojada pues iba teniendo menos sangre en la cara. De pronto, Alejandra se detuvo y sé miro directo en el reflejo del agua. Esa no era ella sus ojos nunca habían sido negros y ella todo el tiempo había estado desnuda pero ahora tenía una tela negra delgada pegada al cuerpo.

- Que rayos está sucediendo. No entiendo nada- dijo asustada.

En aquel momento de lucidez ella no había recordado todo lo que sucedió. No recordaba que se convirtió en bruja. Pero al volver a mirar la cabeza pálida de Emilia recordó todo lo que pasó y a los segundos la bruja se apoderó de ella de nuevo. Cogió la cabeza y se la llevo a la casa. Al llegar la bruja destruyó todo el lugar y lo convirtió en un castillo de piedra en la cual había una pequeña cripta en la cual colocó la cabeza y el cuerpo de la joven que sacrificó su vida por ella. Luego, con un encanto ordeno al cuerpo conservarse.

- Ahora sí, vengaré tu muerte-. Dijo riendo y, luego, frunció el ceño- no te preocupes amor

En el castillo, ella tenía una recamara exclusivamente para su magia en la cual había un recipiente lleno de líquido por el cual paso su mano y vio el pueblo de aquellos hombres que había asesinado. Observó al niño diciéndole a todos lo que ella le había dicho, pero nadie le creía. Riendo a carcajadas desesperantes, decidió aparecer en aquel pueblo.

En la plaza del pueblo de Dacio apareció pero no como ella, sino disfrazada de pordiosera.

- Nomdum usque ad mortem barones de Dacio- lanzó su maleficio.

Al día siguiente muchas mujeres embarazadas sufrieron de aborto. Aunque, la madre de Bingham, el niño que perdonó la bruja, también, abortó. Su caso fue excepcional, pues ella seguía embarazada de 6 meses de la melliza que le quedó. El suyo fue un caso muy raro dado que con un aborto así lo más natural hubiese sido que los dos mellizos murieran pero no fue así. Nadie halló explicación a eso. Solo, en cambio, dieron las gracias de que viviera. Pero Bingham sabía que lo que pasó no era gratuito había sido por la bruja, porque que tantas mujeres sufran de aborto de solo niños, a la vez, era realmente extraño.

El niño de 13 años siguió diciéndoles a todos que la bruja haría más cosas pero nadie lo tomaba en serio. Él, realmente, no entendía como nadie podía darse cuenta de algo tan evidente, ¿Cómo no darse cuenta que lo que sucedía en Dacio no era normal?

Así pasaron los años en el pueblo del monje maldito. Todos los años morían los barones no nacidos del pueblo. Las personas empezaron a creer que era castigo de Dios pero nadie creía en Bingham. Hasta que de tanto insistirle a su padre, que era prácticamente dueño de todo Dacio, año tras año, lo convenció de la bruja. Mucho de eso se debió a que comenzó a haber plagas y sequias por semanas en donde el clima no era el que debería. Así que el padre de Bingham decidió mandarlo a una expedición con los caballeros de su corte, que el lideraría pues él era el único que conocía a la bruja. Tenía ya 25 años era un hombre fuerte y decidido, ya era un caballero no como en aquella expedición en la que debía solo acompañar a los caballeros. Él había estado listo toda su vida pues todas sus memorias de aquel día las escribió en su diario, en donde dibujo el rostro que recordaba de la bruja.

Al día siguiente, ya todos estaban formados al frente de castillo de Von Astor.

- ¿Bingham de verdad te acuerdas de cómo era la bruja?-dijo su mejor amigo

- Sí, hasta la dibuje. Mira, aquí lo tengo- respondió el heredero de Von Astor

- Ya, pero ya han pasado años desde que la viste, debe de haber cambiado... ¿Cómo qué edad tenía?- dijo Rubens

- Tendría unos 20 años no más que eso... Ahora debe tener 32 más o menos y la verdad que no creo que haya cambiado mucho- dijo pensativo el joven Von Astor y luego alzó la voz.- pero, bueno... ¡Todos escuchen! Esto no es cualquier expedición caballeros. Esta es la misión que liberará nuestro pueblo de la maldición de la bruja del bosque de Dachstein. Así que deben poner todo su esfuerzo, esa bruja es muy poderosa. No la subestimen porque se vea delicada- habló seriamente Bingham.- y ustedes niños no la ataquen, porque si nosotros morimos ustedes serán testigos de lo que pasó pues la bruja tiene piedad de los niños y en especial de los que no la atacan ¡Entendieron, todos!

- Sí, Sir Von Astor- dijo el batallón en unísono y partieron al bosque.

ClaroscuroWhere stories live. Discover now