llevan mintiéndote...

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Asevero la voz desde la sombras.

me dolía la cabeza, y solo unos pocos recuerdos lograban asirse en el gran torbellino que era mi memoria,habíamos ido al bosque, estaba paseando, cuando.. cuando.. cuando.. ¿que?, maldita sea, era incapaz de recordar nada.

-Te resistes, te aferras a ella como si sirviera de algo, pronto comprenderás-

poco a poco empece a ubicar la voz,y un frió innombrable empezó a subir desde mi estomago. la voz provenía de lo que parecía ser un hombre,una figura como la de un maniquí, recto y con un rictusinexpresivamente blanco, forzadamente blanco, como el de una mascara.Me aterraba profundamente la idea siquiera de verlo, pero era incapazde apartar la mirada. con un terrible esfuerzo, logre despejar lamente y hablar a la criatura

-¿qu..que..quieneres?-

logrearticular con suma dificultad. la pregunta parecio divertir yofernder a la criatura, la cual se irguio en toda su altura y avanzolentamente en mi direccion.

-siemprelas mismas preguntas, los mismos gritos,no soy nadie, no soy tu, esoaqui ya no importa-

habiaalgo en su tono que me desconcertaba y aterraba. y justo cuandopensaba en escapar,termine de ver a la ominosa criatura,la mitad desu cara era blanca como una mascara,humana, pero forzadamenteinexpresiva, la otra mitad se encontraba en una constantereconstruccion. unos enormes zarcillos de oscuridad pura cosian conenormes agujas expresiones constantes e infinitamente cambiantes,destruyendo y forjando la mitad de la mascara en una eterna ehipnotizante danza. su torso, blanco como la nieve era herculeo, yrecordaba insoldablemente al de un humano. pero hay terminaba todasimilitud, pues sus piernas, si es que se podian llamar piernas, eranlargas como las de una araña, oscuras y flexibles, y con ellas memantenia aprisionado.


-¿quepuede cambiar la naturaleza de un hombre?, creme, volvere a escapar,todos te traicionaran algun dia, corre, escapa corderito.tienes losespiritus de tus ancestros gritando en silencio. pronto escaparan.incluso la muerte puede morir.-

dijoesta cada vez mas rapido, y cada vez mas cerca, sin mover la mitad desus muertos labios, la voz era mas aguda y parecia venir de todaspartes y a la vez de ninguna.el sonido ascendia hasta convertirse unacacofonia de gritos indistingibles que me perforaban el oido y lacabeza,y seguia un crescendo tortuoso hasta que llego el silencio.estaba en frente de mi y se levanto la mascara. vi lo que habiadentro.


Misgritos se sumaron a la cacofonia y luego todo desaparecio.








erauna tarde de verano estupenda, los pajaros cantaban alegres e inclusohabia visto un conejo de camino a la cabaña, estaba tan contenta quehabia estado cantado mientras recogia leña, y tenia motivos paraestarlo, que se reunieran mama y papa no era algo que pasarademasiadas veces. pensando en la rica cena que prepararia papa cuandollevara la leña, acelero el paso hasta la cabaña, y cuando llego,le sorprendio ver a su hermano sentado en la puerta.

-¿he..hermanito?-

Todaviala avergonzaba llamarlo asi, pero tendria que acostumbrarse, suspadres se acababan de casar y ahora ellos eran familia.

-noquieren que entremos todavia, tenemos que ir a buscar mas leña,medijeron que te acompañara-

habiaalgo que resultaba extraño. quizas fuera que estaba todo mas oscuro,quizas fuera algo en el tono con el que le hablo, quizas fuera laexpresion de su hermano, quizas estubiera cansada de ir a por leña.quizas, y solo quizas,

sino hubiera estado tan contenta,

sehabria dado cuenta

deel cuhcillo que tenia escondido

yhabria dado marcha atras en el camino

perole siguio, y mientras se alejaban de la casa de madera, la sangreempezo a salir por debajo de la puerta, y los cuervos empezaron arondar.



-¿Sabeshermanita? llevan mintiéndote desde el mismo día en el quenaciste...-

PesadillasWhere stories live. Discover now