symphony

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I’ve been hearing symphonies, before all I heard was silence. A rhapsody for you and me, and every melody it’s timeless. Life was stringing me alone, then you came and you cut me loose. Was solo, singing on my own, now I can’t find the key without you.

Baekhyun llegó a su vida como un vendaval en primavera, como una cacofonía incomprensible en medio de una sinfonía; poniendo su vida patas arriba, destrozando su orden y acomodándolo al suyo, solo para que Chanyeol se diera cuenta de que, lo que antes él llamaba vida, distaba mucho de serlo.

Las semanas con Baekhyun volaban rápido, pero los días les eran eternos. Las horas pasaban despacio, con cuidado, casi tan lento como cuando Chanyeol le hacía el amor. Los minutos se arrastraban, perezosos, dejando un rastro de besos y marcas rojas sobre ambas pieles. Por segundos podían contarse las sábanas revueltas, los gemidos ahogados, los rostros contraídos de placer.

Baekhyun era su refugio, su escudo contra el mundo, su hogar. Fue el único que se quedó a su lado cuando abandonó la universidad, porque sabía que su futuro no estaba en pudrirse entre los libros, sino en la música. Baekhyun amaba ver a Chanyeol componiendo, corriendo de un lado a otro de la habitación, afinando la guitarra, tocando la batería con pasión suficiente para que las gotas de sudor humedecieran su cuerpo. Baekhyun era el único que veía esa luz bailando tras los ojos de Chanyeol cada vez que hablaba sobre la música, y, para ser sinceros, ese era el único reconocimiento que Chanyeol necesitaba.

And now your song is on repeat and I’m dancin’ on to your heartbeat, and when you’re gone I feel incomplete so, if you want the truth, I just wanna be part of your symphony. Will you hold me tight and not let you?

Para su primer aniversario, Baekhyun recibió como regalo una canción, una canción basada en el sonido de su corazón, en ese ritmo constante pero a la vez tan variable.

“Así siempre serás parte de mi sinfonía”

Escuchaban la misma canción durante horas, bailando con fuerzas hasta que la energía era drenada de sus cuerpos, y solo podían seguir tarareando. Chanyeol reía cuando Baekhyun colocaba una mano sobre su pecho, tratando de acompasar sus latidos con la melodía que resonaba en los altavoces, pero sonrojándose cuando notaba la mirada divertida del más alto.

Chanyeol lo llamaría todas las noches que pasara con EXO en alguna ciudad lejana, a pesar de que, con el grupo comenzando a despegar, se le hacía difícil mantenerse al día. Pero siempre lo lograba, y, al regresar, se aseguraría de dormir muy cerca de Baekhyun, envolviendo sus brazos alrededor de la pequeña silueta y susurrándole al oído lo mucho que le extrañó, y lo mucho que lo amaba.

I’m sorry if it’s all too much. Every day you’re here, I’m healing. And I was runnin’ outta luck; I never thought I’d find this feeling.

Para Chanyeol, Baekhyun era su analgésico, su calmante. Su forma de olvidarse de una familia que lo rechazó y un mundo que lo menospreció por dejar los estudios. En los ojos de Baekhyun, Chanyeol era un superhéroe sin capa, era su amante soñado, era el amor de su vida.

Chanyeol no necesitaba pretender frente a Baekhyun, el más bajo lo amaba por ser como era, un chico desgarbado y torpe, pero con una sonrisa cálida y un generoso corazón.

Hicieron planes para el futuro, una nueva familia, un nuevo hogar, una nueva vida; pensaban hasta el último detalle, como el color de las paredes, mientras Baekhyun se refugiaba en su pecho y miraban el cielo sin estrellas de Seúl.

Ambos soñaban con un mañana, que nunca llegaría.







Chanyeol se había quedado solo, olvidado y casi muerto, solo porque el conductor de la camioneta no pudo frenar lo suficientemente rápido.

Symphony ·CB· [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora