Espera por mí.
Sé que no estás bien, que los días dejaron de ser tan brillantes como los veías antes, que hasta tu canción favorita dejó de sacarte una sonrisa.
Tus demonios están aspirando cada pulgada de tu energía, la inseguridad está debilitando tu amor hacia ti mismo, la soledad está consumiendo tu alma.
Sé que duele, sé que te sientes solo.
Pero espera por mí.
Cada día es una lucha para levantarte y tener que sonreír, una lucha donde la tristeza lleva la ventaja, pero que aun así no quieres verle ganar tu batalla. Incluso si los demás dicen lo bueno que eres se te hace difícil creerles, porque la imagen que tienes de ti está tan alejada a la que tienen los demás que hasta te cuestionas cuánto te conocen realmente.
Ellos no están equivocados, cariño, lo que pasa es que ellos pueden ver y percibir cosas que tú no puedes.
Sé que cuando te miras en el espejo ves en todo tu cuerpo cada uno de tus defectos, ignorante de que a tu espalda se encuentran tus virtudes, aquellas que todos menos tú saben que existen.
Espera por mí.
Cada día es más agotador que el otro, cada día sientes que la carga sobre tus hombros aumenta. Estás viendo que te están ganando la batalla y no sabes qué hacer, no sabes a quien recurrir. Crees que las personas a tu alrededor ya tienen suficientes problemas como para tener que cargar con los tuyos también y esa es la razón por la que decides callar, volverte un ser hermético que busca consuelo a altas horas de la madrugada hablando con personas desconocidas a través de algún chat.
Sé que ya no aguantas la pena, sé que los pensamientos malos comienzan a llegar a tu mente.
Sólo... espera por mí.
Llega un momento donde estás al límite del colapso emocional, que estás ya tan cansado por las escasas horas de sueño que el mundo se ve algo distorsionado. Pierdes la noción del tiempo, no sabes qué día es, te cuesta diferenciar el día de la noche.
Sé que ya no puedes más, sé que estás cayendo.
Pero espera por mí.
Y tomas una decisión, finalmente lo haces.
Las emociones son tan fuertes, el objetivo es tan claro y por primera vez en mucho tiempo sabes qué hacer.
Sientes que poco a poco la vida se te va y estás feliz porque, después de tanto, estás concretando algo que querías y estás satisfecho de ello. Entonces tu vida se rebobina frente a tus ojos, donde los momentos malos y los momentos buenos parecen tener la misma importancia, donde comienzas a valorarlos como nunca.
Sé que una parte de ti se arrepintió al darse cuenta de lo que estabas haciendo, sé que una parte de ti sufrió también mientras lo hacías.
Quisiste retroceder el tiempo y haber hablado, haber enviado una señal en busca de ayuda. Anhelaste haber podido tener a alguien que te agarrara entre sus brazos con fuerza y te dijera que todo estaría bien, que ibas a poder salir adelante. Deseaste haber estado bien al pensar en todas las personas que estabas dejando atrás, deseaste poder levantarte y desechar esas autodestructivas ideas de tu mente.
Sin embargo, el dolor ya te había superado, la tristeza había consumido cada partícula de tus energías. Así que sólo sonreíste, sintiendo como el dolor disminuía, como la cruda realidad desaparecía y la somnolencia acariciaba tu consciencia.
Sé que deseaste lo mejor para todos, sé que deseaste que te dejaran ir.
Espera por mí, incluso si llegué tarde.
Una parte de tu historia finaliza y otra empieza en algún lugar del universo donde ya no hay dolor, donde ya no hay tristeza y puedes respirar tan calmadamente que tu corazón estalla en felicidad.
Sé que ahora estás bien, sé que tus días volvieron a ser brillantes.
Por favor, espera por mí, que algún día llegaré a tu lado donde sea que estés.
Lunes 18 de diciembre de 2017:
Un halo solar recibe al ángel en su retorno a casa.
(08/04/90 - 18/12/17)
Cuando sientan que la vida las supera, no se queden calladas, pidan ayuda.
Estamos aquí para ustedes.