Melodía de amor por un pobre ☆°Y.M°☆

Melody.

Park Jimin un cándido niño de la sociedad, lo tenía todo, dinero, amigos, buena vestimenta, pero al igual que muchos niños ricos Jimin se sentía vacío en una inmensa soledad, por que una persona puede sentirse sola, aunque este rodeado de personas.

Observó su reflejo en el gran espejo que adornaba su habitación, estaba vistiendo un traje caro y un peinado elegante. Suspiró, tomó un frasco de perfume y se colocó un poco en sus muñecas y luego se repartió el aroma por su cuello, volvió a mirarse y sonrió, o eso intentó, imaginando el martírio que será estar en la fiesta que daba su familia, fue capaz de ver sus ojos sin brillo, su alma sin sueños y con un àpice de tristeza recuerda aquella época donde era todo lo contrario, porque Park Jimin no siempre estuvo solo y vacío. No en aquel verano de hace dos años donde lo amaron por primera vez.

《...Caminaba por las calles de Daegu, era una ciudad muy linda y de sus favoritas porque la casa de su familia en Daegu era una de las más grandes, había salido a despejarse, pero a medida se alejaba del bullicio del centro de la ciudad comenzaba a asustarse, si bien Daegu era una ciudad muy linda también había zonas muy peligrosas a las que un chico de diecisiete y con el aspecto de Jimin no debería entrar.

De pronto, como traído por la cálida brisa de verano, una melodía dulce y lenta inundó sus oídos, haciéndole erizar la piel y respirar pesado, sin saber como , sus pies se movieron solos, como una polilla yendo a la luz. Se encontró con una puerta vieja de madera que detrás escondía el tesoro de esa melodía, sin pensarlo abrió y entró a lo que, sin saberlo, era su destino.

Una espalda ancha y un par de brazos pálidos era lo que podía distinguir en la oscuridad, con ese cabello color menta, los dedos pálidos del chico se movían con ímpetu sobre el piano, y ladeaba su cabeza de lado a lado lentamente, Jimin se fascinó y sorprendido se preguntó "¿cómo un piano que luce tan viejo puede sonar de esa manera?" entonces la melodía cesó, y el pálido interprete se giró para observar a su espectador, lo encontró escondido entre la sombra de la puerta, sonrojado y asustado, con la cabellera naranja cubriéndole la frente.

Lo único hermoso que Yoongi había visto en su vida era su piano marrón, pero pudo jurar que ese chico lo era aun más y sin meditarlo le preguntó "¿Quieres que toque otra pieza para ti?" y sonrió ladinamente, mientras veía al chico acercarse a él y cuando estuvieron a centímetros de distancia el peli-naranja extendió su mano "Park Jimin" los felinos ojos de Yoongi se asombraron y tomó su mano y dijo "Min Yoongi, ¿Qué hace un Park en una vecindad de Daegu?" y Jimin solo sonrió tomando asiento junto al joven pianista "Era imposible no perderme cuando encontré tu dulce melodía"...》

La puerta de su habitación se abrió de golpe cortando el flujo de sus recuerdos, Jungkook le miraba exasperado.

-Jimin la fiesta ya empezó, viejo sabes como se pone tu padre si estas de impuntual, apresúrate. Y salió de la habitación, Jimin se puso de pie mientras se veía en el espejo, cada vez que recordaba ese verano sus ojos adquirían un nuevo brillo, cada vez que recordaba como Yoongi lo había hecho reír, cuando paseaban por el prado, o las incontables veces que Yoongi le hizo el amor sobre aquel piano marrón, muchos recuerdos y sensaciones le inundaban mientras se dirigía a la fiesta, entre esa cascada de recuerdos, fluyó el mas doloroso, el que hacía que su corazón se encogiera, el doloroso recuerdo de cuando el mejor verano -y quizá la mejor época- de su vida acabó.

《... El peli-naranja entró a aquella habitación de vecindad que tanto conocía con un sonrisa torcida, y encontró al dueño de sus pensamientos tocando el piano como siempre lo hacía, se acercó a él, tomo asiento a su lado y en un suave susurro dijo "me voy mañana a Seúl" la dulce melodía se cortó de golpe y los felinos ojos de Yoongi se quedaron vacíos por un momento antes de mirarlo, "lo sé" confirmó en un susurro, luego se acercó a el peli-naranja y le dio un beso que sabía a despedida; "déjame hacerte el amor una última vez" suplicó Yoongi , sin meditarlo Jimin lo besó, respondiendo a la voluntad de Yoongi, entre besos y caricias se dijeron adiós, sin palabras.