La verdadera historia de Peter Pan 2. [la última batalla]

Capítulo 18. La ultima batalla.

Me desperté de repente apoyada en el árbol y me quedé pensando "solo ha sido un sueño" pensé. Me levanté, cogí la espada apoyada de pies en el tronco del árbol y al ir a cogerla me fue inevitable levantar la mirada, lo hice y vi que no había marca alguna.

- buenos días luchadora!- me giré asustada y me coloqué en guardia apuntándole con la espada- eh, eh, eh... tranquila, soy yo.

- Joder Peter que susto me has dado.

- estas lista? Ya hemos planeado como atacaremos, nos toca mover ficha antes de que lo hagan ellos.

- está bien, desembucha.

- no podemos esperar hasta que el barco atraque en la orilla así que tú y yo nos teletransportaremos al barco y una vez allí les entretendremos hasta que llegue el resto.

- perfecto.

- el resto ya está en botes dirigiéndose al barco.

- vale.

- estupendo pues adelante, sígueme. - me prepare para agarrarme a él.- ah pero espera!

Me separé de golpe.

- que pasa?

- Garfio es mío, de acuerdo?

- Pero Peter...

- prométemelo.

Balbucee un poco, tenía miedo, sabía que esta batalla iba a ser peligrosa pero confié... "Peter Pan nunca falla."

- está bien, todo tuyo.

Rodee con los brazos su cuello y respiré hondo.

Aparecimos en el barco.

- Capitan!- gritó uno.- intrusos en la proa!

Todos los piratas vinieron hacia nosotros.

- Peter...- tartamudee. Me agarro la mano fuerte.

- vamos mi luchadora, yo confío en ti.

Sonreí y comenzamos a luchar, eran muchos pero pronto llegaron los nuestros, todo iba bien, les estábamos ganando terreno cuando vi que Peter estaba luchando con Garfio. Tire a mi oponente por la borda y vimos como Peter salía volando y Garfio detrás de él gracias a los polvos de la traidora de Campanilla. Todos nos quedamos quietos y dejamos de luchar.

- eres un bastardo! Ni tú madre ni tú padre te quería, Peter... por eso estás aquí, por eso no tienes a NADIE!

A Peter se le llenaron los ojos de furia, gritó y comenzaron a luchar.

- Garfio cobarde!

- si, cobarde por enfrentarme a un crío como tú.

- crio?! Y contra quién pretendes luchar? Aquí solo hay crios! Es triste que porque el único que sobras aquí eres tú y tú tripulación de borrachos!

- Yo no sobro, Peter, estoy en el lugar perfecto para acabar contigo!

- Peter Pan nunca falla.

- esta vez sí, pequeño. Así es el cuento.

Y en un movimiento de muñeca, en un Segundo, mi vida se desmoronó.

Garfio hundió su espada en el costado de Peter.

El amor de mi vida acaba de caer rendido frente a mi.