Voy contigo

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No sabía si era la lluvia quien mojaba mis mejillas o si eran las lágrimas que no paraban de salir de mis ojos.
Hoy pudo haber sido el día más feliz de mi vida. Hoy pudo ser increíblemente grandioso, pero tuvo que tener el peor final.

Nuestros planes para el futuro habían tenido lugar desde que mi alma gemela me propuso matrimonio. Todo había sido tan mágico en ese momento, tanto así que quería vivirlo para siempre.

Nos conocimos en una hermosa primavera, en una de esas mañanas relajantes llenas de energía. Yo hacía ejercicio en el parque y como de costumbre me había puesto mis audífonos para armonizar el ambiente y hacer de mis rutinas las más esplendorosas.
Él se acercó a mí con la excusa de pedir la dirección de una cafetería cercana, a la cual muy gentilmente le señalé el mismo lugar al que iba a tomar un jugo natural después de ejercitarme.

Ese fue el inicio de todo.

Entonces empezamos una gran amistad que poco a poco se fue convirtiendo en un amor inocente, puro y bonito.

Amaba sus ojos aquamarina, porque cuando me miraban, sentía que solo eran míos, que sólo a mí me pertenecían. Su piel completamente blanca sin rastros de lunares y su hermoso cabello negro ondulado, era lo que me gustaba de su físico. Pero no era solo lo superficial lo que me enamoraba, su personalidad era una joya que nunca antes vi en los chicos. Era tan noble y dedicado conmigo que me hacía sentir protegida en los brazos de él.

Pero ahora esa protección ya no está, su voz se ha ido y su miraba que era solo mía me ha abandonado.

Nos íbamos a casar, todo estaba listo para el gran día, mi vestido blanco deslumbraba en toda la iglesia y verlo parado en medio del altar hacía que mi corazón latiera mucho más rápido.
Un paso, dos pasos, y el tercero... Resonaban en mi cabeza como perlas entonando una sonata.

Llegué hasta él y me tomó de la mano. Su apretón fue sutil y cálido que sentí que esto era un sueño y no la realidad.
Nos mirábamos fijamente de manera que parecíamos detenernos en un mundo paralelo, solo nosotros soñando sin nadie a nuestro alrededor.

Él me abrazó y me dijo al oído un delicado "Te amo", yo estaba a punto de responder de la misma manera, y fue entonces cuando su miraba se llenó de dolor y la sangre empezó a salir de su boca.
El sonido de un disparo se había escuchado en todo el lugar.
Vi como caía al piso y yo cedí a los gritos a medida que me daba cuenta de que esto no era una pesadilla, en la que despertar borraría lo que estaba sucediendo.

"No te vayas, no me dejes" le repetía a cada instante, pero su corazón dejó de latir.

Grité, lloré y odié al mundo y sus decisiones.

Mi vestido de novia terminó  arruinado, mis pies ya no podían correr más tan solo me encontraba perdida en mis pensamientos en medio de esta torrencial lluvia.
Me acerco a la orilla del puente y me dejo caer con la única palabra que llenaba mi ser.

Su nombre...

Diarios del alma ||TERMINADO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora